domingo, 26 de diciembre de 2010

La tienda de calzados

Pardechancletas era una muchacha que vivía en la parte alta de los suburbios de una tienda de calzados. Dentro del mismo negocio, en un área más lujosa, de clase acomodada, habitaba el mozuelo Pardezapatosdecharol. Ella, en su timidez, suspiraba silenciosamente por una mirada de él.
En la tienda, Pardechancletas se hizo amiga de Musicadefondo. Ésta, mientras musitaba sus melodías para los clientes, se convirtió en la confidente de Pardechancletas para escuchar su secreto: «¡Cómo quisiera despojarle a Pardezapatosdecharol al menos una mirada suya!».
Por más que Musicadefondo, con sus suaves tonos, intentaba influenciar sutilmente en Pardezapatosdecharol para que se fijara en Pardechancletas, aquél siempre parecía ensimismado en sus propias reflexiones... ¿O tal vez le llamaban más la atención la popular Zapatillasdemarca, o la costosa Pardebotasdepiel, o la elegante Taconesaltosdemoda?
De noche, cuando la tienda permanecía cerrada y Musicadefondo descansaba, Pardechancletas, sin poder dormir, contaba con otro amigo: Sueño. Mientras todos dormían, Sueño susurraba en los oídos de Pardezapatosdecharol hermosos versos que Pardechancletas le componía, pero que por timidez no se atrevía a expresárselo en primera persona. Cuando Pardezapatosdecharol se despertaba, sin saber por qué, dirigía una mirada fugaz pero llena de vida a Pardechancletas.
Ella se iba alegrando más y más hasta que un día entró a la tienda un sacerdote (no se identificó como tal, pero llevaba un cuello clerical). «Necesito unos zapatos nuevos, pues los que tengo ya están gastados», dijo el cura. Después de examinar varios pares, finalmente decidió llevarse a Pardezapatosdecharol. Lo colocaron dentro de una caja de zapatos que envolvieron en una bolsa. Pardechancletas sentía un vuelco en el corazón: ¿sería la última vez que vería al suspirado?
Cuando el sacerdote salió de la tienda portando la bolsa que envolvía la caja que contenía a Pardezapatosdecharol, una gruesa lágrima retumbó en los suburbios.
Un par de minutos después regresó el sacerdote a la tienda de calzados, apresurado, como si se le hubiera olvidado alguna cosa importante. «Es que me acordé que también necesito algo para usarlo en casa... y ya que estoy por acá... Puede ser un par de alpargatas, o un par de pantuflas, o... ¡Oh! ¿Ese letrero dice que si compro los zapatos me puedo llevar las chancletas en especial?».
¡Sorpresa! ¡Han colocado a Pardechancletas en la misma bolsa de Pardezapatosdecharol! Justo en ese momento, curiosamente, la música de fondo que se escuchaba era una marcha nupcial.
«¡Hola! Luces una mirada muy bella», saludó Pardezapatosdecharol a Pardechancletas.

domingo, 19 de diciembre de 2010

¿De qué color es el viento?

Como en años anteriores, para la temporada navideña, posteo cuentos infantiles. Espero que los disfrutemos también los adultos aspirantes a ser más niños.


Niño: ¿De que color es el viento?

Papá: El viento tiene un amplio ropero, y dependiendo de la época del año entresaca de ahí todo su ajuar. En primavera, el viento arroja flores; entonces se viste con seda multicolor. En verano, el viento lleva la luz del Sol; entonces porta una vestimenta solar que cambia durante el día con el correr de las horas. En otoño, el viento transporta hojas juguetonas; entonces sale ataviado con trajes de matices amarillentos, anaranjados, rojizos y marrones. En invierno, el viento juega con la nieve; entonces luce atuendo blanco.

Niño: ¿De qué sabor es el silencio?

Papá: Depende de si el silencio es mudo o está lleno de palabras calladas. Si el silencio es cómplice de la mentira, por ocultar la verdad, entonces es amargo. Pero si es el silencio que existe cuando tu mamá y tu papá se miran expresando ternura, entonces es dulce, muy dulce.

Niño: ¿De qué color es el amor?

Papá: Aunque todos piensan que el amor siempre es rojo por los corazones enamorados, si proteges la tierra y la cuidas con cariño, entonces el amor es verde. Pero desde que Dios se encarnó haciéndose hombre, el amor tiene todos los colores de la humanidad.

Niño: ¡Creo que el amor tiene el olor de mamá!



¿A qué sabe tu papá?
¿Cuál es el sabor de tu helado favorito?
¿De qué color es la piel de Dios?
Colorea el viento.
Pide a tu mamá que estampe un beso aquí, para olerlo.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Fragmento de carta de soldado anónimo a no sabemos quién

«Hogar» proviene de «hoguera». Cuando se ausenta el fuego, un hogar no «es», sino que «era». En el hogar, la calidez y la frialdad chocan frenéticamente, irrefrenablemente. Por eso —si las circunstancias nos permiten hacerlo— se deja la puerta abierta para «entrar», para dejar pasar el calor (o dar la bienvenida al frío), o quizás para «salir» a buscar otro hogar con quien engendrar hogaritos que encenderán sus propias llamas.
En el hogar se llama. Se visualiza una mano llamando a la cama o invitando al café o convocando a la mesa. Es que mi hogar es mi pro-mesa: está a favor de la mesa. Así lo he des-cubierto: he visto eliminarse las migajas, cubrirse con el mantel y colocarse los cubiertos y las hogazas. Mi hogar es mi ex-presión: una presión antigua que ya no existe. Mi hogar es mi ex-tensión: una pasada tensión ya superada. Mi hogar es mi pro-piedad: está a favor de la piedad, reconcilia la herida con la ternura. Mi hogar es un armario que atesora evocaciones de todo sabor, textura y tamaño, incluyendo las olvidadizas, las astutas, las empapadas, las tibias, las microscópicas y las cosmológicas.
Cada hogar tiene su «historia escondida» que nadie conoce, pero todo se rige por ella. Cada hogar tiene sus secretos, conocidos por todos, pero no comentados por nadie: son como palabras mágicas que, al pronunciarlas, desatarían los más diversos tonos de una música que todos evitan escuchar, no se sabe por qué. Tal vez porque, cuando esa melodía se destape, podría tirar la casa por la ventana o por la chimenea o por el tubo de la calefacción. Es que la hoguera ha sido sustituida por la calefacción: ya no es un fuego en movimiento que cruje a su ritmo danzante en una música libre, sino máquina controlable, encasillable. Hogar ácido, amargo, salado, agrio, picante, pero siempre dulce hogar.

domingo, 5 de diciembre de 2010

El viajero

A Estanislao le llovía el dinero. Siempre había soñado con «turistear» en lugares exóticos. Finalmente su sueño pareció hacerse realidad. Aquella mañana, a las 3 horas con 48 minutos y 16 segundos, inició su viaje. Pasó un tiempo recorriendo las heladas estepas siberianas con algunas tribus nómadas. Luego visitó la jungla del Congo, identificando los animales que, de niño, admiraba en el zoológico. Más tarde paseó flotando sobre las islas del Pacífico, explorando nuevos arrecifes de coral. También buceó por las playas cristalinas del Caribe, contemplando un universo de peces de infinitos colores. Estuvo en el desierto de Sahara, en donde encontró el Sol con un brillo desconocido. Además, se internó en la jungla amazónica, descubriendo plantas alucinógenas.
A las 3 horas con 59 minutos y 20 segundos, exactamente a los 11 minutos y 4 segundos de haber iniciado su viaje con la maldita aguja, Estanislao se metió en un túnel, cerró sus ojos para siempre y dio por concluido ese viaje, para iniciar otro más largo o quizás más corto. Su realidad se hizo sueño.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Una palabra vale más que mil imágenes

El mendigo de palabras salió con su libreta a encuestar a los contrabandistas de imágenes: «¿Qué imagen te evoca cuando te menciono la palabra “fuego”?». Variadas respuestas: hoguera, fogata, vela, calor, luz, cirio, bombero, combustión, quemadura, incendio...
Siete días pasaron, y el mendigo de palabras volvió a realizar un sondeo entre los traficantes, esta vez con una fotografía: «¿Qué palabra te evoca cuando te muestro esta imagen?». Respuesta unánime: fuego.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Par-odiadores

Desde la cima de la colina grité con todas mis fuerzas. Mi sombra, habituada a mí, no se inmutó con mi voz; pero cuando escuchó mi eco que rebotaba en el valle, quedó prendada de su timbre y su acento: amor a primer oído... Fui padrino de la boda de mi eco y mi sombra. Engendraron tiernos parodiadores míos que, tan pronto crecieron, empezaron a exigirme el pago de pensiones alimenticias. Todavía me resisto a aceptarlo: si pierdo la demanda, me quedaré sin cuerpo y sin voz.

domingo, 14 de noviembre de 2010

La tinta decolorada

¡Correo de entrega especial de la Presidencia de la República! ¿Escribiéndome? ¡Tiene memoria ese...! (está como incrédula). «Ante todo, permítame saludarla y...». Pero... Jajajaja. ¿Y tanta formalidad? (sigue riendo). «Espero que la sinceridad que nos ha caracterizado...». Bla bla bla... (las carcajadas aumentan). Por supuesto, ¡también apela a la patria! ¿Cómo no? (las risas se han incrementado tanto que brotan lágrimas). Con todo este preámbulo, ¿para dónde me quiere acorralar? (continúa llorando por las risotadas). Ya me lo imaginaba... quiere pedirme que acepte un puesto en el gobierno... (las lágrimas empapan la carta, corriendo toda la tinta). ¿Cuál será el carguito que me ofrece? (el folio mojado hace indescifrable las últimas líneas, ella no para de reír). ¡Ni siquiera puedo leer cuál es el ministerio que me encomienda! ¿Cómo dice esa ley? («a mayor risa, menor legibilidad»). Excelentísimo Señor Presidente de la República... No, mejor así: Querido Guillermo, ¿o prefieres que te llame Bill, como los viejos tiempos? (la risa aún no se detiene). He leído con lágrimas tu sentida carta. Veo que no has cambiado desde el jáiscul... Ay, Guillermo... (toma una esquina de la hoja, como servilleta, para enjugarse las lágrimas). Total... (la imagen de unos ojos secuestra la memoria de ella por un instante). Todo cargo es una carga... (Dirigiéndose a quien está a su lado) Si te portas bien, cuando este papel se seque, te haré una ranita de la suerte.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Pantofobia

Yo soy el miedo. Todos en el pueblo me tenían. Yo no. Mi único miedo era tener miedo de tener miedo. Con lo que me convertí en el más funesto de todos: temía tenerme… y temerme.

domingo, 31 de octubre de 2010

Colección de esqueletos de fantasmas

Aunque ya la noche se había adentrado profundamente, salió de su morada en dirección al centro de la ciudad. Tuvo una extraña sensación dentro de su pecho. Dobló en la avenida Cristo Redentor; fue ahí donde sintió deseos de tomarse una cerveza bien fría, pero no estaba seguro de que debía hacerlo. «Todavía tengo sueño». Intentó ignorar todas las distracciones para concentrarse en llegar pronto a la oficina de su abuelo, el coleccionista de antigüedades. El viejo había muerto hacía treinta y tres días, y le dejó como herencia su millonaria «colección de esqueletos de fantasmas», minuciosamente inventariada hasta en sus más ínfimos detalles. Más por curiosidad que por ambición, se dirigió con impaciencia a la sala indicada por el testamento, para tomar posesión de la extraña herencia que, según el documento, estaba celosamente atesorada en vitrinas de estilo victoriano, dispuestas en forma de espiral en el ala sur de la sala. Entró y prendió la lámpara cubierta de telarañas, colgada de la cornisa... «Vitrinas vacías... Ya decía yo que el viejo andaba mal de la cabeza. Los fantasmas no tienen esqueletos. Eso lo saben hasta los chinos de Bonao. ¡Es absurdo! Claro: cualquiera puede ganar un concurso de pintar dragones con realismo, porque los dragones no existen. Cualquiera puede alegar que estas vitrinas guardan osamentas invisibles de fantasmas, porque sencillamente ¡los fantasmas no existen! No sé ni por qué vine para acá a perder tiempo... ¡y a estas horas!».

Apagó la lámpara y salió como vomitado de la sala. Intentó ignorar todas las distracciones para concentrarse en llegar pronto a su casa. «Tengo una acumulada falta de sueño». Le nacieron ganas de saborear una cerveza bien fría, pero dudaba de poder hacerlo. Apenas sorbió un par de tragos, y dejó el suelo mojado. Fue ahí cuando tuvo esa extraña sensación dentro de su pecho. Palpó una masa dura que sobresalía arriba de su costado. «¿Tenía razón mi abuelo cuando me dijo anoche que...? ¡No puede ser! ¡Tengo costillas!». Corrió despavorido por la avenida Cristo Redentor en dirección hacia su morada habitual, al lado del nicho de su abuelo.

Apagó la lámpara y salió como vomitado de la sala. Intentó ignorar todas las distracciones para concentrarse en llegar pronto a su casa. «Tengo una acumulada falta de sueño». Le nacieron ganas de saborear una cerveza bien helada, pero dudaba de poder hacerlo. Apenas sorbió un par de tragos, y dejó el suelo mojado. Fue ahí cuando tuvo esa extraña sensación dentro de su pecho. Palpó una masa dura que sobresalía arriba de su costado. «¿Tenía razón mi abuelo cuando me dijo anoche que...? ¡No puede ser! ¡Tengo costillas!». Corrió despavorido por la avenida Cristo Redentor en dirección hacia su morada habitual, al lado del nicho de su abuelo.

domingo, 24 de octubre de 2010

Todavía más twitterrelatos

Nuevamente posteo twitterrelatos, cada uno con 140 caracteres o menos. Primero los escribí por twitter: www.twitter.com/yuanliao, ahora les coloqué títulos.


Dragones

Cuando despertó, el dragón todavía estaba allí. Recordó que los dragones no existían. Decidió despertarse de nuevo.


Descubriendo el mundo

«Se asustó: se despertó y se dio cuenta de que estaba comiendo», me dijo su madre, mientras calmaba sus gritos, con un seno en su boca.


Dimensiones

Los gusanos que habitan la manzana no ven al mono que va devorándola, y éste ignora que vive en una gran manzana a punto de ser engullida.


Fu-egocéntrico

Ella, corazón de piedra. Él también. Chocaron. Se frotaron. Se disparó una chispa. Se incendió. Se ablandaron los corazones. Fundidos.


Risas

La franca decía a, la astuta tramaba con e, la tímidamente contenida usaba i, Santa Claus impuso o; pero cuando se fue j, apareció :D


Alaridos escalofriantes

La protagonista de ese cuento infantil sufría de claustrofobia. Los lectores ignoraban los chillidos de ella cada vez que cerraban el libro.


Una familia como tantas

TIEMPO no era muy dado a retener personas y cosas, hasta que se desposó con MEMORIA. Al hijo de ambos, dilapidador, lo llamaron OLVIDO.


Presagio

Aunque nació a las 6 p.m. del día 6 del sexto mes, nadie sospechó nada hasta que empezó a contar serpientes en vez de ovejitas, para dormir.


Recordó

Confirmó que fue engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el padre; cuando empezaba a escribir la autobiografía de su padre.


¿Quién domina a quién?

«La imagen en el espejo repite mis gestos», discurría triunfantemente, mientras la imagen se reía: «Ese hombre tonto copia mis gestos».


Horizonte perseguido

El cazador de horizonte lo vio alejarse cada vez más. No se enteraba que no era un horizonte que huía, sino muchos que ya había alcanzado.


Nada

Trajo una caja vacía en el día de las madres. «Es lo más poderoso que te puedo regalar. Envolví la nada porque nada es imposible para Dios».


Libre

Quebró las paredes de su casa, pateándolas. Salió. Se quedó sin casa, pero con libertad para vivir fuera del cascarón... la pequeña torcaza.


Harén

Acusado de poligamia, no volvió a inclinarse sobre ellas para depositarles su tórrido líquido. ¿Para qué sirve un colador de café sin tazas?


Ante la ola de robos

Compró doce candados para proteger su casa. Los colocó en la puerta. Entonces se dio cuenta: aquélla era la puerta de la casa de su ladrón.


Estado de golpe

El dictador, oprimido por la tiranía del pueblo, dio un estado de golpe: destituyó al pueblo, y en su lugar colocó otro.


La celada

Perseguido por una hoja, se escondió en el callejón. En un descuido de ella, la pisoteó. Quedó atrapado por el viento, el real perseguidor.


Sutil

«Si» no sabía ser incondicional hasta que se colocó su tilde para ser siempre positiva.


Encarnación

La autopista se hizo avenida; la avenida, calle; la calle, vereda; la vereda, sendero; el sendero se hizo Hombre y habita entre nosotros.

domingo, 17 de octubre de 2010

¿Descubrimiento o encubrimiento?

Nosotros, los primeros pobladores, vivíamos apacibles en nuestro descubrimiento. El aroma embriagador, la abundante provisión y el sabor mareante nos ayudaron a tomar la decisión de instalarnos en ese lugar. Una mañana de otoño llegaron aquellos forasteros, pipiolos presumiendo de pioneros, que se proclamaron «descubridores», ignorando las inscripciones de «propiedad privada». Atronaban sus jolgorios de chaval, mientras contendían por nuestra parcela como manzana de discordia. Todo lo devoraron, incluyéndonos. Menos mal que no engulleron las pepitas: habrá más manzanas para nuevos nosotros, gusanos.

domingo, 10 de octubre de 2010

Éxito y fracaso

Había esperado esta noche con impaciencia. El clown Buenetín toma su estampado maletín lleno de sorpresas, listo para entrar en escenario en el Circo del Coyote, el mismo que, cuando pequeño, había soñado con pertenecer. Cuando era un niño, su padre lo llevaba a admirar el Circo del Coyote. Ahí contemplaba embelesado a los trapecistas, vitoreaba a los domadores y quedaba extasiado con los equilibristas; pero su sueño, desde entonces, era ser un clown.
Ingresó en una academia de payasos. Nunca olvidaría su primera lección. El maestro repetía con insistencia: «Al clown todo le sale mal». Y agregaba: «Para ser clown hay que conocer los propios defectos, caricaturizarlos, exagerarlos y reírse de ellos… Un clown es alguien seguro de sí mismo, pero todo le sale mal. Por ejemplo, si es un pianista, y el taburete está lejos del piano, en vez de acercar el taburete al piano, el clown decididamente mueve el piano hacia el asiento».
Con estos recuerdos almacenados, finalmente Buenetín se presenta ante el público que abarrota el circo para el estreno de su función.
Tropieza con algo y se cae. Todos carcajean. Su maletín se rompe y salen disparadas las cosas más inverosímiles. Con su destreza de prestidigitador, la inmensa corbata en forma de corazón desaparece de su pecho y aparece en su espalda. Finge no saberlo, y la busca desesperadamente. El público se desternilla de la risa… Así, torpeza tras torpeza, manejado con mucha destreza. Al final, todos le aplauden de pie, en medio de risotadas.
Tras bastidores, sus colegas lo elogian. El halago más grande proviene del dueño del circo. Emocionado, palmotea a Buenetín en sus hombros: «Te felicito, ¡todo te salió muy bien!».
Entonces Buenetín tira su maletín, deprimido por ser un mal clown. Renuncia, porque «todo le salió muy bien».

domingo, 3 de octubre de 2010

Conversación en penumbras

Una comparte su preocupación con otra:
«¿Te fijaste que nos siguen a todas partes?».
«Sí, mi perseguidor no me suelta nunca».
«¿No estás cansada de tanto asedio?».
«Le tengo miedo».
«Me siento atada… No me deja tranquila… No tengo privacidad».
«Cada día espero que se haga de noche rápido, para esfumarme».
«Pero como quiera inventan luces para seguir dominándonos».
«A mí me acosa alguien que me imita siempre… ¿El tuyo también?».
«¡Sí! ¡Me tiene hastiada! ¡No me da libertad!».
Así duraron un buen rato conversando sobre su crisis existencial, hasta que César apagó la lámpara de la habitación para acostarse al lado de su mujer. Sus siluetas respiraron con alivio, esfumándose en la oscuridad.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Disonancia

Cuando entró al vagón, creí ver mi doble: vestía una camisa azul, como yo; y su pantalón blanco era idéntico al mío. Además, me fijé que traía en su mano un ejemplar de cuentos de Hemingway traducidos al español. ¡Exactamente la misma edición que yo llevaba para leer en el tren! Se sentó a mi frente y él, asombrado, me hizo alguna seña que interpreté como el permiso para una conversación. Empezamos a charlar, y las sorpresas fueron creciendo a la par de la alegría: nacimos en el mismo mes del mismo año; nuestro color favorito era el verde; ambos trabajábamos en bienes raíces; él tenía dos hijas pequeñas, y yo también. Como mi pasatiempo favorito era coleccionar sellos postales, me invitó al club de filatelia del cual él era el presidente. Me contó que profesaba la fe en Godeidad, ¡y le presenté mi tarjeta de evangodeizador! En ese momento nos levantamos para darnos un abrazo de oso: ambos, godeístas, con tantas coincidencias… ¡debía ser una bendición de Godeidad! ¡Coincidir en el mismo vagón, en el mismo minuto, en una ciudad de ocho millones de habitantes!
Con gozo casi incontenible me preguntó sobre mi congregación godeísta. «¡Concilio del Silencio Godeísta Reformado!». Mi respuesta le provocó una mueca que revelaba un cambio en la emoción. «Soy godeísta preteritano... De las Asambleas del Sínodo Ontológico». Dicha esta última frase, se sentó en silencio con suspicacia, mirando el piso. No nos dirigimos ninguna palabra más. Luego lo vi bajarse en Plaza Armonía. Su cara se veía triste… Creo que la mía también. ¿Todavía me aceptará en el club de filatelia?

domingo, 19 de septiembre de 2010

La mente de Socorro

En los últimos días adquirió dimensiones de tragedia: está superpoblada… únicamente por artistas insomnes. Esta criatura hambrienta y enferma no había recibido más que bofetadas. Tenía la loca ocurrencia de querer algo menos injusto, pero recién nacida fue condenada a la soledad: le prohibieron el poder. «Podía desarrollar ciertas habilidades humanas —como el loro que habla algunas palabras—, pero era incapaz de gobernarse a sí misma» porque le habían golpeado los ojos. Los profesores dieron por perdido su examen: más que el voto, podía el veto. A modo de perdón, por haber cometido el delito de la dignidad, muestra la espalda al que la había «salvado»… Esta mujer siempre quiere, y aquel hombre siempre puede… ¿Se alzará la bandera de los libres sobre las ruinas?


Basado en el ensayo «Los pecados de Haití», de Eduardo Galeano.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Nuestra sociedad

Perro que buena sombra se duerme en boca cerrada camarón que ladra oídos sordos le cobija corazón que no siente a palabras necias siembra vientos pocas palabras bastan quien a buen árbol poco aprieta a caballo regalado se arrima cuchillo de palo no mires en casa del herrero a quién recoge tempestades a mal tiempo no se le mira la corriente quien mucho abarca los dientes se lo lleva no muerde a buen entendedor haz bien y buena cara quien Dios lo ayuda a quien madruga no entran moscas.


11 de septiembre. Nueva York. Chile. El mundo. Recordando los acontecimientos con sus personas, posteo esta entrada.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Cita secreta

(Usé palabras inventadas para este relato, probando la libertad de escribir)


Como cada día, a las tres de la munina, parriquió las siete cuadras para tronquetarse sigilmente con su amada, la única capaz de pariguar su soledad. La encantriló en su habitual sancón de la calle. Ella con su felicipa, ostenciendo un vestido nuevo, y él con su pasión, manunteándole un pristo de orquídeas... Según la costumbre, él le discursetó su amor; sólo que en esta ocasión no agamancó más, y antes de darle oportunidad para ripalancar su respuesta, se abalanzó sobre ella y le marpilló un luengo beso en sus bembinas. Ella, inmutable, sin parátulo alguno, se quedó tiesa y fría como siempre; pero esta vez el cristal esparcegado disparó la alarma y avispertó al celador del escaparate.

domingo, 29 de agosto de 2010

El despertador

Sonó a las 6:00 de la mañana. Ella se despertó con rostro risueño. Feliz. Había tenido un sueño radiante. Él abrió sus ojos. Entelerido. Había soñado un delirio horripilante.
Ella se ofreció: «Te presto mis oídos para escuchar tu pesadilla. Cuéntamela».
«Es que no me acuerdo».
«Entonces sonríe, tu pesadilla ya terminó».
Él sonrió, agradecido, y se ofreció: «Te presto mis oídos para escuchar tu agraciado sueño. Cuéntamelo».
«Es que no me acuerdo».
Dicho esto, ella se envolvió en una pesada pena, y pasó el día sin su rostro risueño, intentado recuperar su sueño postergado en el olvido.

domingo, 22 de agosto de 2010

Flor y cultor

Como cada mañana, el jardinero se asomó temprano por la rosaleda de su patrón. Esta vez acarreó trece recipientes para esparcir vida a las rosas blancas. Apenas iba irrigando con la segunda regadera, cuando el agua se tornó en tinta escarlata. Haciendo caso omiso a la extraña metamorfosis, siguió regando sin detenerse. En unos minutos, todo el rosal se fue tiñendo de rojo, incluyendo las espinas; pero antes de que el jardinero se diera cuenta de ello, rebotó la última gota de ese líquido. A punto de tomar la siguiente regadera, perdió el equilibrio y el conocimiento… Aplastó algunas flores, pocas en realidad. Desangrado.

domingo, 15 de agosto de 2010

Más twitterrelatos o alimañas parecidas

Sigo con más nanorrelatos o especímenes parecidos (140 caracteres o menos), originalmente twitteados en www.twitter.com/yuanliao Pueden pasar a visitarme cuando quieran. Por cierto, aquí les puse títulos.


La senda del tic tac

Una de ellas va más deprisa. Aun pasando por los mismos puntos, sus percepciones son distintas: el 2 es diez para una, para la otra es dos.


¿El contenedor o el contenido?

Buscaban el cofre del tesoro. Con la ayuda del mapa hallaron el tesoro. Uno quedó contento; pero el otro, decepcionado, soñaba con el cofre.


Ser o no ser

Érase una vez un vacío que era tan él que no podía ser llenado sin perder su propio ser.


Vasija envasada en vacío

Como era una vasija llena de vacío, ordenaron vaciarla. Una vez vaciada la vasija que estaba llena de vacío, encontraron una sorpresa.


Lo mismo pero diferente

Él ofreció pasear en zigzagzigzag, pero ella decía que por el momento era mejor en zagzigzagzig. Optaron por lo convencional: caminar recto.


Humor y amor

Las dos amigas eran tan distintas: una inspiraba buen humor, por ser humana; la otra poseía mal amor, por estar amoratada.


Oído boca lengua diente

Desoído el aviso, estaba tan desbocado que desafió a Sansón de modo deslenguado. Quedó desdentado.


Principio o final para que otro escriba la historia

Ante la propuesta, su respuesta fue inapelable: «Soy una mujer de principios, y el final de mis principios sería el principio de mi final».


Sigilo

Nunca-Nadie se enteró de que tenía una idea genial atesorada en Silencio.


Relato de un hombre que nunca llegó a nacer 1

¿El relato o el hombre?


Relato de un hombre que nunca llegó a nacer 2





Juegos, locura y luz

Pensaba en lo que sería sin juegos: enloquecería. Ludovina era lúdica cuando se hizo lúcida. No dio a luz sin antes crear juego alucinante.


Último día

Vivía angustiado, indagando si era él quien iría hacia la muerte o era ésta que vendría a buscarlo. Pero aquella mañana se despertó feliz.


Asombrado

Desesperado por el apego de mi sombra, la tomé por el cuello y la sofoqué. Sin más nadie para compartir mi aliento, morí por exceso de aire.


Mi sombra 1

Los transeúntes se apartaban para cederme el paso. Diría que me reverenciaban. Me sentía poderoso hasta que advertí que ella venía detrás.


Mi sombra 2

No soy sonámbulo. Es ella que sale de noche a pasear sus fechorías.


Rastrerías

Tendida en el suelo, advirtiendo su atrevido acercamiento, le encaró: «¿A qué aspiras?». «Polvo y tú», contestó la aspiradora a la aspirina.


Solía y suele ser soler, pero no solerá

Quejándose de su ausencia de futuro, el verbo SOLER abandonó todos los textos. La coma, que solía ser salvadora pero modesta, entró en coma.


Mellizos

DECIR y HACER tienen dos hijos: HACER DECIR se encarga de que DECIR HACER diga todo lo que dice que hace, aunque éste no hace lo que dice.


Inexistente en singular

La palabra VÍVERES, alarmada por la masificación, adelgazó para ser singular. Cuando se hizo víver nadie la pudo reconocer.


Balanceadores

Desarmaron cada telaraña del viejo edificio para convertirlo en orfanato. Nadie oyó los gritos de los cien elefantes invisibles que cayeron.


Un final tras otro, tras otro, tras otro…

Había una vez un colorín que se cansó de trabajar con colorado. Su separación provocó una aparente ausencia de final y perpetuó la historia.

domingo, 8 de agosto de 2010

Sombras nada más

Descubrí que podía congelar mi sombra y luego tomarla y moldearla. Inyectándole creatividad, logré hacer con ella una escultura, obra maestra digna de los más cotizados museos. Todos los críticos de arte, los curadores de museos y los cronistas de la estética exaltaron la consistencia del volumen de mi singular estatua, hecha de un extraño material: sombra. Tanto sublimaron mi obra que, siendo su autor, pasé a un segundo plano: me convertí en una sombra. Entonces alguien descubrió que podía congelarme y tomarme y moldearme…
Lejos de preocuparme, me sentí afortunado: «Pronto seré una sombra digna de los más cotizados museos».

domingo, 1 de agosto de 2010

Vídeo clip

Fuego Orbicular, rey soltero, contemplaba el rostro de Plata Especular —con sus lunares seductores—, a veces de reojo y siempre de lejos. Cada vez más prendado y prendido de la belleza de ella, se le ocurrió ofrecerle, como lote de heredad, no un simple solar, sino el dominio de todo un cielo. Y por ese mismo cielo la persiguió para presentarle su oferta; pero aunque siempre se apostaba temprano para esperarla, se impacientaba ante la «indiferencia» de Plata Especular y se acostaba antes del arribo de su re-querida.
Sin embargo, hoy, solícito, jugó una sólida solución para atraerla totalmente: la esperó contra toda desesperación. Ya no más soliloquios: ambos se solaparon. Fuego Orbicular solía guardar su corona como un tesoro solitario, pero esta vez la lució solemnemente (no obstante ser lunes). Con ella envolvió a Plata Especular y apagó luces. Lunáticamente se besaron en clave de sol. Plata Especular parecía arrobarse y fundirse con Fuego Orbicular en un acto espectacular.
Lo llamaron eclipse.

domingo, 25 de julio de 2010

Declaración terra-pasional

Laura y yo cumplimos dos años. En esta ocasión lo que posteo no es un cuento. Fue escrito 70 noches antes del gran día, con palabras relacionadas con tierra, como una pedida de “sí”.

Un terremoto no remoto en mi esfera siento cada vez que terruño. Hatillo terroso, tu caliza terraqueo y te remonto conmigo, moto mío. Lo humus logrado: ¡Terrícalaura nuestra peña! ¡Orbita de mi arenal! Para que nadie me lo orbe, ¿estratus hacienda mi sismo? Si sedimento y telurico, ¿me quieres dar arcilla?

domingo, 18 de julio de 2010

Inseminación natural

Sólo el Viento lo sabía: el Verde temía envejecer sin reverdecer lo evidente… a la Tierra. El Viento, cuentero de misterios, se detuvo a susurrarle un secreto: el sigilo y el salmo pertenecen… a la Nube: La Tierra quedó encinta cuando la Nube, cual numen de ópera, entonó su canto líquido… para el Verde.

domingo, 11 de julio de 2010

Doblarse y desdoblarse

Además de ser prestidigitador, creador de ilusiones y alegrías, Ludovico era aficionado a contemplar el cielo: pasaba largas horas extasiado, mirando hacia arriba. Esta afición nació al mismo tiempo que su uso de razón. Le fascinaba imaginar qué dibujaban las estrellas alineadas, o qué pretendían las nubes cuando mutaban sus formas, o qué danza sincronizada ensayaban las hojas en sus caídas. Quienes lo conocían afirmaban que, de tanto observar el cielo, Ludovico había visto a Dios, y que hasta jugaban juntos.
Últimamente Ludovico ha añadido el arte del origami entre sus devociones: crear palomas de papel, plegando una simple hoja, le provocaba un gozo embriagante. Se comentaba que él había aprendido el lenguaje del papel: éste le enseñaba hasta dónde podía ser doblado sin ser forzado. Sus plegaduras eran impecables: borde con borde, «sin pasarse de la raya, como la vida misma». Para conseguir la figura deseada, a veces desdoblaba y aprovechaba las marcas de los dobleces pasados para seguir construyendo hacia el futuro. Sin embargo, Ludovico nunca cortaba el papel, alegaba que sería herir la hoja: «Existe el verbo “desdoblar”, pero no “descortar”». Todos quedaban embelesados cada vez que veían cómo este ilusionista, con rápidos dedos, hacía que un viejo papel desechable cobrara vida, transformándose en una avecilla que aletea.
Hoy, cuando entretenía a unos niños, sintió que sus piernas se doblaban por sus rodillas, hasta dejarlo hincado. Luego percibió unas extrañas protuberancias surgir de un pliegue de su propia espalda. Además, sus brazos fueron doblados y dejados en posición para abrazar… Ludovico se dejó doblar… ¿por una gigantesca mano invisible? Fue cuando alzó el vuelo, convertido en un deslumbrante ser alado. Ante las atónitas miradas infantiles, Ludovico sonrió mientras contemplaba el cielo: lo llamaba el Origamista de arriba, creador de ilusiones y alegrías.

martes, 6 de julio de 2010

¿Indecisión?

Multitud camina velozmente, ¿ha habido un pequeño incidente?
¡Cuántos libros colocados en estantes!
Se oye una ambulancia sonando su sirena.
Hombre hojea un tomo de Edgar Allan Poe.
Trenes estacionados, ¿sin daños o con daños?
Joven curiosea en las revistas deportivas.
Dos jefes de estación controlan a pasajeros.
Chica sentada en el suelo disfruta un comic, ¿tendrá 19 años como yo?
Corrijo, no son dos jefes de estación: uno de ellos es el cobrador de vagones.
Cuatro compradores hacen fila para pagar, mi madre es la segunda.
Una pareja se abraza, parece que se quieren.
Señor pelirrojo se dispone a salir.
Altoparlante anuncia salida de tren, parece que todo está bien.
«Espectro autista» es el ejemplar que ella levanta, ¿lo comprará por mí, por el doctor?
Los dos enamorados se dan beso de despedida, hace rato que no se oye la sirena.
«¿Desea una tarjeta del club de lectores?».
Chocolates son anunciados por un vendedor ambulante.
«Por favor, ¿cuál es su nombre?».
Niño pasea con su perro.
El cajero recibe las gracias de mi madre.
Hombre con sombrero está entrando.
Mi madre, bolsa en mano, me mira con expresión impaciente.
Pasajeros apuran sus pasos.
Adentro.
Afuera.
«Pórtate como adulto, perderemos el tren si sigues jugando con la puerta giratoria».

domingo, 27 de junio de 2010

Para muestra: un botón

Con ventana de cristal, la alcoba es oscura. ¿Resistir su ausencia desgarradora? Con colores ardientes, las paredes son frías. ¿Evitar que la calidez escape por la ventana, tras él? Maldijo aquel «no te quiero ver más». Y luego el accidente irreparable…
Ella repasa el perchero, mojándolo con lágrimas. Nota que falta un botón, el cómplice que ella le cosió en su camisa preferida, luego de retozar juntos. Busca con desespero, pero el botón está ausente… como él.
Un destello de luz desde la ventana… Ella se acerca. Junto al cristal descubre el botón: también está mojado.

domingo, 20 de junio de 2010

Nimboestratos

Porque ocultaban al sol,
la tierra juraba que las nubes negras
tenían miradas enemigas.
Una mañana, el mar explicó a la tierra:
«Las nubes negras ayudan al sol:
en días lluviosos, ellas lo tapan para que él no se moje».
Ahora la tierra afirma que las nubes negras
tienen miradas amigas.

domingo, 13 de junio de 2010

Ojeras

Todo el que osaba oponerse a sus proyectos era misteriosamente removido del medio: aparecían acribillados quienes obstaculizaban su camino. Eran abaleados para él sentirse alabado. Pero cuando dormía, llegaban los sueños sin su permiso a interponerse en su pensamiento. Su manera de deshacerse de ellos era despertar: cada vez que soñaba algo, abría sus pesados párpados voluntariamente. Así acribillaba sus sueños. La pigmentación de la piel debajo de sus ojos se fue oscureciendo hasta la hora en que maquillaron su rostro. Esa mañana, temprano, su cardiólogo había certificado que el hombre, por más que se esforzó, no pudo retornar del sueño de esa larga noche.

domingo, 6 de junio de 2010

Más twitterrelatos

Posteo más nanorrelatos (menos de 140 caracteres), publicados originalmente en twitter (http://twitter.com/yuanliao). Les agregué títulos.


Superpoblación

Ante un inopinado descontrol de natalidad, las sardinas solicitaron consejo urgente. «Agrúpense como nosotras», sugirió una sardina en lata.


Marionetas

Nombró gobernador a Titiritero. ¿Fue por su destreza de manipular al muñeco como si fuera ser humano, y a la audiencia como si fuera muñeco?


Desmemoriado

En la policía: «Me acusó de tener am... anemia... Me insultó a alguien... que ahora no me acuerdo. Luego algo le hice... No recuerdo qué».


Confusión

Primero fue negro, luego blanco, más tarde marrón, después rojo, y ahora dorado. Se declaró en crisis: el pelo 101,101 de esa celebridad.


Imprevisto

Decían que los nanorrelatos de ese autor tenían finales inesperados que sorprendían a sus lectores. Por eso se sorprendieron con este final.


Fuera de la realidad

«Ven, instálate en mí», le suplicaba ella. «Prefiero seguir viviendo en las nubes que vivir en la Luna», la rechazó el Sol.


Globalización

El hidalgo Don Quijote llegó a Manhattan. En lugar de molinos, vio edificios. Sancho desenvainó su BlackBerry y digitó: «Gee! Skyscraperz!».


Parto

CORDIAL chocó con MISERIA, tendida en el suelo. Se inclinó para alzarla con sus cuerdas internas revueltas. Al tocarla, nació MISERICORDIA.


Señor del feudo

Aprovechándose de la deuda, instaló la duda en la mente del deudo. Para cuando fue extirpada, ya todo estaba enlodado en «lo dudo».


Miedo escénico

Un nanorrelato tímido y desconocido fue colocado en twitter por su autor. Indefenso, a la vista de todos, buscaba escapar, infructuosamente.


¿Personalidad múltiple?

Era un personaje de cuento, con pavor a lo oscuro. Los lectores desconocían su verdadera personalidad: cuando abrían el libro, entraba luz.


¿Mi ignorancia cíclica?

Era un no sé qué en no sé cuándo, en un lugar que desconozco, que no sé cómo se concibió a sí mismo: otro no sé qué en no sé cuándo...


Artístico

El gobierno de facto cumplió su promesa de favorecer las artes: sobre las aldeas hizo llover un enjambre de extraños arte-factos.


Desaparición

Mientras más escribía la historia, más corta se hacía.


Concatenadas

«No soy como ellas, soy la primera, soy diferente, no caeré...». Antes de terminar su discurso, fue derribada. Era la última del dominó.


Encuentro

El vehículo se aproximaba a la estación final, la de ella. Por un eterno instante no supe si era la estación que venía o era el bus que iba.


Cavilando

No era pregunta-sin-respuesta ni respuesta-a-una-pregunta. «¿Por qué no soy como las otras?», se preguntaba una respuesta-sin-pregunta.


Desahogo

Es muy tarde y tengo sueño, pero él insiste en contarme sus penurias con lujo de detalles. Soy todo oídos para el grillo.


Mini-obra para una exedra

Era un etcétera que, habiendo sido tantas cosas, se sentía puntos suspensivos, puntos suspensivos, puntos suspensivos, etc.


Invisible

Nadie se dio cuenta de que su propuesta era la más transparente.


Incorporado

INTRODUCCIÓN
Esta historia sobre un personaje cualquiera nació sin cuerpo de texto.
CONCLUSIÓN
Por tanto, no necesita conclusión.


Final inciert

El cuerp d texo de ste relat fue dscuatizado miteriosment. Invstigadres interográn a sospchosos, incluyndo al autr y al lectr


Imaginación

Lo oí en una biblioteca infantil: «Prefiero los libros de cuento sin ilustraciones, porque son más coloridos».


Desprendidas

Mientras miraba la gallina volar alto, muy alto, tropecé con una niña solar bella, muy bella: un ángel sin alas.


Encanta-miento

Un brujo novato robó un hechizo para crear este nanorrelato mágico capaz de cegar a sus lectores. No sabemos si logró su propósito, ¿y tú?


Terrorismo de lectura

El aprendiz de brujo empezó a escribir este nanorrelato mágico que mataría a todos sus lectores. Mientras lo escribía tuvo que leerlo...


Objetivo logrado

Tuvo éxito al crear un hechizo para dar muerte a los lectores de este nanorrelato: sin excepción, ellos morirán en menos de 100 años.


Ingenua espera

Impedido de volver al ilustre Ayer y de traerlo al Presente efímero, logré mudar mi Ayer al Futuro. ¡En algún instante lo volveré a vivir!


¿Conformidad?

Deseaba la experiencia de vivir en el Siempre, pero también en el Nunca. No le quedó más remedio que calcular el promedio. Vivió el Ahora.


Miradas

Un niño, de tanto contemplar lo natural, se hizo sobrenatural; pero en los demás, de tanto contemplarle, lo extraordinario se hizo ordinario.


Se movió sintaxis pero con tacto, no sujeto a lo predicado

Ortografía se rebeló contra él. Aunque escribía impecablemente, las letras y los signos de puntuación no le obedecían. Nació un verso libre.


Múltiple nacionalidad

Era una coma española que, ambicionando estar arriba y no abajo, hizo el crossover: pasó al inglés porque en ese idioma podía ser apóstrofo.


¿Une o separa?

Acusada de separatista, apeló al testimonio de y. La conjunción la defendió: «Muchas veces la he sustituido. Certifico que la coma une».


Desprendimiento descomunal

Él protestó: «Debería ser de todos, pero no lo tengo porque lo acaparas tú». Entonces ella se desprendió del Sentido Común para regalárselo.


Duda de dudas

Era un «Sin Lugar a Dudas» que admitió que siempre había expulsado a las dudas pues desconfiaba de ellas. Dicho esto, se anuló a sí mismo.


Indudablemente dudable

«Sin Duda a Lugares» y «Sin Lugar a Dudas» eran amigos hasta que el primero invitó al otro a un lugar cualquiera. Ahí se encontraba «Duda».


Búsqueda incesante

Se buscaron en carrera contrarreloj, sin encontrarse. Cuando Tic se marchaba, Tac volvía... No sabemos si en el fondo querían el encuentro.


Ambivalencia

Los críticos decían que el estilo de su poesía era «prosaico»; pero las críticas afirmaban que su prosa era «poesiacaso».


Gemelos

Eran dos «gemelos» que, cuando a uno le faltaba aire, el otro perdía aliento; y cuando a éste le faltaba desaire, aquél perdía desaliento.


La opinión de los expertos

Era una tal Tal que, según los expertos, tenía que encontrarse con un Cual, pero no sabía con cuál Cual. ¿Serán algún día tal para cual?


Prefacio de la codicia

Todos tenían todo... Él entró fuera de sí: «No me sirve tener todo si nadie me envidia». Empezó a robar. ¿Era posible tener «más que todo»?


Más «fashion»

Las tres se alternaban para poner orden; pero en ese día de neblina, coquetas, decidieron vestirse con otros colores. Hubo caos en el cruce.


Su intención era llamar la atención y nada más

Érase una vez este relato corto con un título largo.


Fuerza centrífuga

Ese ángel desplegó sus alas y despegó sus pies del suelo, pero no era que él volaba: era que la Tierra había decidido alejarse de sus pies.


Signo de más

Se detuvo en la encrucijada sin saber por cuál camino proseguir. Mirando el cruce de caminos, descubrió que ése era el camino: ¡la cruz!

domingo, 30 de mayo de 2010

Desengaño

Cada mañana padecía el síndrome del escritor frustrado:
impotencia frente a ella.
Como no soportaba la agonía de confrontarla,
resolvió lanzarse a la página en blanco.
Llegó a otra dimensión,
en donde él,
despojándose de todo atuendo de autor,
se transformó en un personaje dentro de aquella hoja.
Para su sorpresa, en su nuevo mundo
—que en realidad era el viejo—
las letras aún no eran cuadriculadas ni calculadas,
sino danzantes de versos.
Con fascinación, atravesó aquel mundo travieso
conformado por diversos versos transversos,
adversos, conversos, perversos,
anversos, inversos y hasta sin versos,
pero siempre plenos de dinamismo.
El movimiento le agradó tanto que quiso perpetuarlo en la hoja,
como alfabeto del único verso no medido:
el universo.
Para tal fin, regresó a su habitual dimensión matutina.
Se atavió de escritor para observar «su» creación.
Fue cuando saboreó el peso de otra frustración:
la página sólo contenía garabatos ininteligibles.


Escrito mientras contemplaba otro arte visual de Henri Michaux

domingo, 23 de mayo de 2010

Jeroglífico

En el principio era Confusión
brisa indómita que engendró dos hijos Miedo y Desorden
quienes con el gen de Confusión pelearon entre sí
y generaron un Viento de Mano
que levantó las polvaredas de tal manera que cobraron vida
así el polvo femenino se hizo Ma
y el masculino Mo
y de su unión nacieron Mitos
que se esparcieron a diestros y siniestros
para ser padres y madres
hermanos y hermanas
hijos e hijas
de Animal Que Tiembla y Descanso Reverente
porque la aparición de este uno o de aquel otro
dependía de la claridad de visión de cada Mito
de modo que
mientras Animal Que Tiembla era huésped en casa
el Viento golpeaba la puerta
y cuando Animal Que Tiembla le abrió
se introdujo Huracán azote en mano
y mientras Descanso Reverente era huésped en casa
el viento golpeaba la puerta
y cuando Descanso Reverente le abrió
entró Brisa Suave amable acariciante.


Escrito mientras contemplaba un arte visual de Henri Michaux.

domingo, 16 de mayo de 2010

Pequeño maestro

Esperado Juan Francisco:
Aquel gobernante de carácter abrupto sigue insultando al presidente con vocablos deslenguados. El otro amenaza con la invasión. Reventó un carro bomba en el Centro. Una nueva nota de advertencia fue dejada en la oficina del periódico. Acusan al juez de aceptar soborno millonario. Una riña por drogas cobra otra víctima adolescente en el barrio. Se extiende el crimen organizado y se ensancha la brecha entre ricos y pobres. La canasta familiar persiste en alzarse, igual que el precio del crudo y la tasa de depresiones… Y tú sigues durmiendo plácidamente. Pasaba por tu cuna para darte mi bendición y la bienvenida a mi mundo, pero mejor dame tú la bendición y la bienvenida a tu mundo, con tu sonrisa de Dios.


Ayer, a las 6:28 pm, en New York, arribó nuestro pequeñito Juan Francisco, peregrino.

domingo, 9 de mayo de 2010

Vencido

Apocalípticamente tronaba y ahí yacías inerte, sin poder explayarte, mostrando tus huesos mojados y revelando el final de tu existencia productiva, desechable. Veterano de tantas luchas y escudo contra ráfagas, alguna fuerza venteada —aliada con el tiempo— te ha asestado el knock-out mientras danzabas. Tu condena al vertedero, al lado del toca-cassette y de la guitarra rota, fue tu golpe de segunda muerte, tan severo que hasta tu género resultó irreconocible, viejo detenedor de aguas o vieja provocadora de sombra.

Dedicado al paraguas-sombrilla que me ha protegido de tantas precipitaciones.

jueves, 6 de mayo de 2010

Me he encontrado con mucha gente maravillosa en internet. Laura Zarache es colombiana, de Barranquilla. Su refrescante blog cumplió un año. Ella nos pidió a un grupo de blogueros compartir en su blog sobre por qué escribimos. Le escribí con muchísimo gusto. ¡Gracias, Lau! Mi respuesta está en: http://interlineando.blogspot.com/2010/04/escribir-o-no-escribir-esa-es-la.html

domingo, 2 de mayo de 2010

Fuga Semanal

Mientras Tiempo transcurría, Semana se encariñó ciegamente con Enero. Pero por más que intentó detener a Tiempo, Semana tuvo que soltar a su amado y cruzar a Febrero, a quien percibió insípido. Luego llegó a Marzo y lo trató con indiferencia. Siguió hasta Abril, siempre soñando con volver a Enero. En Mayo, Semana no se concentraba en sí misma sino que continuaba corriendo, empujada por el irrefrenable Tiempo. Después de Junio se vio obligada a proseguir a Julio y luego Agosto, siempre extrañando a Enero… Cuando arribó a Noviembre, ya urdía un plan para retornar a su mes suspirado. En Diciembre, Semana ya no aguantó más y llevó a cabo su escape. No sabiendo que Enero ya estaba por volver, Semana dio marcha atrás. Con esfuerzos extraordinarios retrocedió hasta Noviembre, y después Octubre, y más tarde Septiembre, Agosto y… Regresó hasta Enero. Pero lo encontró dominante, diferente: «Ya no era el mismo», pensó. Esta vez, Semana sentía que Enero la aprisionaba. Habiendo maquinado otro proyecto de escape, salió huyendo de Enero hacia Febrero. Dejándose transportar por Tiempo, Semana no se detuvo y, como gacela espantada, pasó Marzo, Abril, Mayo, siempre con miedo de Enero… Su fuga la llevó hasta Octubre y Noviembre, después Diciembre y…

domingo, 25 de abril de 2010

El dado mágico

En el centro de nuestro pueblo hay una plaza hacia donde confluyen seis caminos, señalizados por los números del 1 al 6. Son atractivos de esa plaza: una fuente de aguas cristalinas y un gran dado que los pueblerinos le achacamos poderes mágicos. Por ejemplo, alguien que necesita una respuesta a alguna inquietud se dirige a la plaza; tira el dado y, según el número que marque, camina por la calle correspondiente. Se dice que quien hace eso, siempre encuentra la requerida respuesta en alguna parte del camino indicado por el dado. Se dice que éste nunca se equivoca…
Se detiene en la fuente un caminante sediento. Cuenta que «aquí mismo en el pueblo está la respuesta que necesitaba», pero alega que nuestro dado no es mágico. «Pienso que cada respuesta que buscamos no está en el azar de un dado que determina el camino. Tal vez la respuesta está, justamente, en “ponernos en camino”».
Aún así, seguimos tirando el dado.

domingo, 18 de abril de 2010

Pensamientos presentidos

«Piensa primero para parlar porque palabra poco pensada porta pena».
Proyectaba predicar mi pasión por su perfil. Plan precisaba pulcritud de palabras. ¿Panegírico de su porte, preámbulo del paraíso? ¿Pasmosa parrafada con portentosa paciencia? ¿Pláceme y parabienes por su parnaso? ¿Presenciar pacto de promesa? ¿Presumir perla de pedida? ¡Perfecta previsión! ¿Podría princesa podarme su pachorra? (Pretéritas pericias perecieron en la pobreza). Pisadas presurosas percibí en la plaza. ¡Precisamente mi primor! ¡Presiento protuberancias pronunciadas! Prisa y pánico pretendían perderme el premio. Preparé parlamento propio de un prócer. Más pudo mi pérfida poquedad: cual parodia pusilánime, proferí con permanente pena: «Precioso pelo».
Prescindió de mi presencia.

martes, 13 de abril de 2010

12 twitterrelatos sobre «veces»

Disfruté escribiendo estos twitterrelatos sobre «veces». Inicialmente posteados en twitter, ahora les he colocado títulos. Completan la entrada anterior de este blog.


Crisis de identidad

Érase Una Vez que fue Dos Veces, sin saber si dejó de ser Una Vez o era ella misma Dos Veces. Temía llegar a Tres Veces y confundirse más.


Actual instante de un futuro que pasó

Había una vez, hace ya mucho futuro adelante, en que no habrá «una vez».


De vez en cuando

No «había una vez…», sino menos.


Brevexistencia

Érase un De Una Vez que fue concebido. Y terminó su historia, De Una Vez.


Oposición

Érase un En Vez que se enfrentó al gobierno de una Vez, que a su vez lo retó a un duelo, pero en lugar de aceptarlo, retiró todo de una vez.


Quizás

Érase una Tal Vez que sólo fue eso y nunca llegó a Vez, aunque siempre insistía en que podría ser.


Simultáneamente

Érase un A La Vez que halló a otro. Hacían todo a un tiempo hasta que se acusaron de falta de iniciativa. Dejándose, perdieron su identidad.


Repetición

Érase una Otra Vez que se topó con Primera Vez. Quería volver a verla, pero temía que, con el reencuentro, Primera Vez dejaría de ser única.


Absorción

Érase un Cada Vez que le gustaba la alternación de las veces por turno. Se cansó, porque siempre que conocía a Vez la convertía en él mismo.


Original

Érase un A Su Vez que hacía todo por su parte. Mientras las demás veces jugaban, él amaba a su Vez.


Más o menos

Otra Vez despreció de nuevo a Vez. La consideraba muy corta. Ignoraba que ella misma era simplemente otra Vez más u otra Vez menos.


Librefobia

De Una Vez quería independizarse de Una Vez; pero no se atrevía a vivir la libertad, pues sabía que tendría que sacrificar su propio nombre.

domingo, 11 de abril de 2010

Twitterrelatos de ausencias

Después de una temporada con el blog descuidado, les twiento unos twitterrelatos (140 caracteres o menos). Inicialmente fueron posteados en twitter. Ahora que ya son cien, los agrupé y les puse títulos.

Realidad

Cuando despertó, el negrito seguía llorando con mirada suplicante. Cerró sus ojos de nuevo, queriendo ver un dinosaurio.


Ideologías

Una de derecha y otra de izquierda. Sin ponerse de acuerdo, las perneras terminaron desgarrando lo que las unía: la entrepierna.


Lógica elemental

Sólo pude entrar en esa ciudad hasta la mitad: después de la mitad ya no entraba… Salía.


Lógica no tan elemental

Después de la mitad ya no entrábamos… Salíamos, unos con nostalgia, y otros, desesperadamente.


Escenario real

Bajó el telón y el actor asumió inmediatamente otro libreto: interpretar el papel de espectador de su propia vida.


Estar en el medio

La ventana se cansó de ser un hueco en el muro. Saltó al centro de la sala para hacerse notar. Nadie la vio: sólo era un hueco en el vacío.


Incompatibilidad

Un montón de arena se unió a otro. Era feliz, porque uniéndose seguían siendo un montón de arena. Pero el otro pensaba que iban a ser dos.


Impaciencia ficción

Desesperada de vivir fuera de la realidad, Incon Ciencia Ficción se unió a Con Ciencia Ficción. No sabía que ambas tenían el mismo apellido.


¿Y entonces…?

«Se me alarga la nariz, solamente cuando miento», confesó Pinocho. Pero inmediatamente, ante las narices de todos, empezó a crecer su nariz.


Charlando con el abogado

Invité a mi vecino a cazar en el bosque. Había empezado la temporada de cacería de venados. Sí, invité a mi vecino, el esposo de mi amante.


Escapatoria

La llevaron de la cárcel para declarar. Podría recuperar su libertad, volver con su marido. Ante el juez, contestó: «Culpable, Su Señoría».


Ofrenda de cocteles molotov

Se cansó de que el pastor sermoneara tanto sobre el diezmo. Llegó al culto con su bomba de obediencia: todos los miembros debían de diezmar.


Ausencia

Volvió a decirme que tenía mucho frío, que extrañaba la calentura de tus cerdas. Te fuiste y me sigue hablando: mi porta cepillo de dientes.


Daños colaterales

Disparada por el invasor, la bomba cayó sin estallar, a unos 70 metros de la escuela. Los niños salieron a jugar. ¡Al fin un juguete nuevo!


Prisionero

Secuestrado en la celda, el profeta escuchaba el clamor que venía del exterior, del secuestrador que le suplicaba: «¡Déjame salir!».


Despido

Yo sufrí de insoportables vértigos con fuertes mareos. Tuve que parar de trabajar. Entonces me botaron y consiguieron un nuevo ventilador.


Vacaciones

En la temporada navideña siempre lo llevaban a la casa de Vera, su prima. Ahí vivía aquel hombre. Primavera. Verano. ¡Oh …oño! Infierno.


El valor de la terquedad

Las ideas que chocaban contra la suya se rompían. Dispararon rayo de fuego para derretir su idea. Se quebró el rayo y se derritió el fuego.


Utilizada

«Puedes usarme, estrujarme, violentarme y tirarme como basura, o puedes dejarme ser para expresarme, expresarte», indicó la hoja al poeta.


Papel digno

«Que seas de sangre azul no te otorga el derecho de herirme o poseerme», reclamó la hoja al bolígrafo de Drácula.


Su primera experiencia

Ella intentó escuchar su corazón. Aunque nerviosa, delante de todos, acercó sus labios a los de él. Le sirvió su curso de primeros auxilios.


De paseo

No trabajaba si no lo empujaban. Un día tomó su única iniciativa: salió a pasear solo. Todo el perchero se derrumbó cuando él se desclavó.


Explotación

Me invitaron a su casa lujosa. Sus muebles eran sólo de dos patas: los sofás, las sillas, las camas... Luego vi que tenían orejas y narices.


Inconciencia

Diálogo de ostras en lo profundo del mar:
«¿Es cierto que estamos mojadas?».
«¿Mojadas? ¿Qué es eso?».


El cochecito

Como cada tarde, salieron a caminar. Ella empujaba el coche del bebé. Esta vez no había nanas, no había risas, no había nadie en el coche.


Incurable

Su color cambiaba paulatinamente. Se fue secando lentamente. Perdió su brillo. Al no resistir más, saltó al vacío. «¡Venciste, otoño!».


Puerta

Angustiado, buscaba la puerta de salida del laberinto: no quería entrar más. Al fin dio con una puerta. La abrió y se metió. Era de entrada.


Buen intento

«No hay nada más», es lo único que me decía. Insistí en preguntarle para alimentar mi investigación. «No hay nada más», recalcó mi amnesia.


Primer día: verano

«Me gustas cuando callas porque estás como ausente». Después que recitó a Neruda, el hombre siguió allí con la mirada fija en la cama.


Segundo día: otoño

«Me gustas cuando hablas porque estás como ausente». Después que parafraseó a Neruda, el hombre siguió allí con la mirada fija en el nicho.


Tercer día: invierno

«Me gustas cuando hablas porque estás como presente». Después que parafraseó a Neruda, el hombre siguió allí con la mirada perdida.


Último día: primavera

«Me gustas cuando callas porque estás como presente». Después que parafraseó a Neruda, el hombre siguió allí con la mirada encontrada.


¿Violencia intra...?

Su padre le ordenaba que golpeara a su madre. Cuando lo hizo, ella sonrió tocándose el vientre, mientras decía emocionada: «¡Me pateó!».


Compartido

Me miraba deseándome. Aunque pertenezco a su hermana, no me resistí cuando me acercó a sus labios carnosos. ¿Sigo siendo pintalabios ajeno?


Atraco ejemplar

La policía presentó a los confesos asaltantes del banco, capturados en su última reunión de la Junta Directiva en un resort de Punta Cana.


Despedida

«Contigo seré lo que pude».
«Contigo podré lo que fui».
La madre separó a la niña que se despedía de su padre en la puerta del psiquiátrico.


Ella y él

Luego de impaciente espera en la Oficialía Civil, suspiró al verla llegar. Ambos dieron el sí cuando se les preguntó si querían divorciarse.


Una desconocida

Me he inquietado porque esta desconocida, con poca vestimenta, no ha dejado de mirarme y sonreírme. Su madre le dio el biberón, volteándola.


¿Compasión?

Decidimos acabar con su vida. Lo montamos en el carro hasta el lugar de su ejecución. No pude mirar sus ojos cuando intentó mover su cola.


Un maestro

«Lo que más admiro de este maestro: mientras existió jamás dejó de alumbrar, calentar y danzar». Señaló las cenizas dejadas por el fuego.


La increíble y breve historia de un relato de nunca acabar y su abuela redundante

Infinitud eterna.


Dictador

Hipnotizó a todos, empezando por soldados, banqueros, maestros y médicos. Luego de hipnotizar al último médico, sufrió Alzheimer crónico.


Inmóvil

Me trajeron desde la carretera. Me veo extraño en este cuarto frío, desnudo, sin saber qué dice ese papelito colgado en el pulgar de mi pie.


Instante para ver al Cronopio Mayor

Mensaje para quien lee esta línea: ¡Rápido! ¡Voltéate y mira en este preciso momento! Como no lo hiciste, perdiste la oportunidad de verlo.


¿A quién puedo demandar?

Sola, hago el trabajo de dos: trago sus soliloquios, atrapo las críticas. ¿Por qué es famosa ella, la que se fue, la otra oreja de Van Gogh?


Inalcanzable

Al querer tapar el Sol con un dedo, me quemé el dedo. Entonces quise tapar el dedo con un Sol. Tampoco pude. Sigo intentando con curitas.


Contrabando

Viajando por el Caribe, un esquimal empacó calor tropical para llevarlo a su hogar. Migración lo impidió. Entonces lo ocultó en su corazón.


Iluminación

Un instante travieso me despertó con su reto: «¿Cómo sabes que vives en el presente si lo que acabas de leer ya está en el pasado?».


Esperanza

Aunque hayan candado a Gro, no han podido encerrar a su pequeño, Grito.


Caminante

Peregrina, cargando su tienda de campaña, alegaba que había llegado a donde terminaba el horizonte. Nadie le hizo caso. Nunca más la vieron.


Prejuicio

El viento de invierno golpeaba a su espalda. Cuando se volteó para encararlo, se encontró con la brisa de verano acariciándolo de frente.


Comunicación visual

Su amor sobrevivió a la distancia, comunicándose con los ojos. R miraba dibujos que J le enviaba, y J lloraba versos que R le escribía.


Alivio

Hoy contemplé un milagro. El cielo lloraba en Nueva York con un escozor en su espalda. La inclinó sobre Manhattan. Rascado, cesó la lluvia.


Cruce de peatones

Por doquier, pequeños caminantes de puntos blancos... Escaparon de los semáforos peatonales. Aterrados, veían los gigantes tridimensionales.


Algo descabellado

¿Qué depresión contagiosa empujaba a los sobrevivientes a lanzarse al abismo? ¿Suicidio colectivo? Con el último salto, triunfó la alopecia.


Cambio de roles

«Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere…», decía la rosa enamorada mientras, con sus espinas, la despellejaba capa por capa.


Campeón

El disparo inició el maratón. Millones corrieron frenéticamente. Se fueron muriendo por el camino, cansados. Un solo ganador llegó. Fecundó.


Rivales

La 1:00 y las 2:00 eran dos horas que no se conformaban con vivir el presente: cada una estaba ansiosa, pensando que la otra iba adelante.


¿Eres capaz de guardar un secreto?

El mago nunca revelaba su secreto. Cuando él se evaporó, sus asistentes desaparecidos quedaron sin salir de la cavidad secreta.


Circo

«Mujer monstruo» se maquilló y se miró repugnante, lista para la función circense. Multitud morbosa ovacionó. Inició el show. Miss Universo.


Humano al fin

Luego de un día de trabajo duro, su torturador le suplicó: «Colabórame ya. Igual que tú, mi niña cumple 15 hoy. No quiero desairarla».


Viento 1

Mientras Preocupación era huésped en casa, el viento golpeaba la puerta. Cuando Preocupación le abrió, se introdujo Huracán, azote en mano.


Viento 2

Mientras Confianza era huésped en casa, el viento golpeaba la puerta. Cuando Confianza le abrió, entró Brisa Suave, amable, acariciante.


Primera cita

La llamé para confirmar la cita. Con voz trémula repetí: «Joe’s Pub». ¿Será hermosa? ¿Me hablará con dulzura? Me pregunto cómo es mi madre.


Impresentable Mañana

Cronos ansiaba conocer a Mañana. Esperaba impacientemente. Mañana vino, pero convertido en Hoy. Cronos se decepcionó: ansiaba ver a Mañana.


Ávida de golpes

Él la golpeó brutalmente. Ella, una vez golpeada, se echó a correr en volandas. La siguieron con la mirada. El cronista anunció un jonrón.


Rendición

«¡Tu luz es bella! ¡Tú luces bella!», dijo la luciérnaga embelesada, mientras se entregaba a la lucerna.


De Egipto

Después de miles de años, se ha descubierto que los egipcios no grababan sus documentos en papiros, sino en PDF. Por eso usaban tanto adobe.


Ceremonia

Al acto de apertura fueron algunos invitados. Para el tradicional corte de inauguración, le pasaron una tijera. Cortó el cordón umbilical.


Del otro lado

El lunático con lunares encaraba su neurosis con el lobo lunar: «Esta mañana habrá tierra llena... ¿Saldrá el lobo hombre?».


Camaradas

Para protegerla de vampiros y dolores de garganta, a cambio de atraer elefantes balanceadores, Arácnido tejió frondosa bufanda para Jirafa.


Buceando

Pez y Alondra se conocieron por internet. Él se convirtió en pez volador, pero no halló a su amada. Mientras, una alondra submarina buceaba.


Obsoletos

Lo buscó, mas Toc no halló a su gemelo toc, triste desde que se enteró, en la puerta de su trabajo, que los habían sustituido por Tin y ton.


Música mojada

En la fiesta, sólo él se dio cuenta de que la melodía de la violinista estaba humedecida: la vio ayer en la morgue.


Aferrarse

«¿No eres capaz de olvidarlas? ¿Por qué te empeñas en llevar sus anillos?». Saturno, interpelado por Júpiter, seguía callado, dando vueltas.


Larga espera

«Luces una hermosa colita». «La llevo por ti». Fue el Sol que la galanteó con voz entrecortada, resignándose a no volver a verla en 76 años.


Solo

Gracias a científicos terrícolas, luego de 4,700,000,000 de años, el Sol se enteró de su edad. Entonces quedó abatido: saboreó la soledad.


Sacrificio

La moribunda estrella amaba al planeta. Resolvió alejarse a mil años luz de su amado. Así, él seguirá sonriendo a su luz por un milenio más.


Sed

Cuando aquel producto escaseó, surgieron los «vendedores de sorbos», que se hicieron ricos, pero murieron deshidratados.


¡Escándalo real!

Bella Durmiente, Blancanieves y Cenicienta descubrieron que estaban casadas con el mismo pillo, confabulado con fabulistas.


Demanda real

Bella Durmiente, despierta en su realidad, demandó a Príncipe por acoso sexual con contacto físico inadecuado mientras yacía anestesiada.


Estornudos

Los descendientes de dragón se extinguieron a causa de la gripe que todos contagiaron, pero no murieron por el virus, sino carbonizados.


Su propia creación

Como no soportaba la agonía de confrontarla, se lanzó en ella. Así, el escritor se transformó en un personaje dentro de la página en blanco.


Y punto

Su historia ya tenía nudo y desenlace, pero titubeaba en ponerle el punto final. Después de mucho vacilar, se decidió. Lo colocó aquí: .


Cultura

«El sexo favorece el intelecto», declaró a la prensa. «Mientras mi marido lo hacía con ella, en casa yo leía a Nietzche, Sartre, Hesse...».


Estoica

Anoche la vi. La golpearon con un palo. Ella, aunque muy lastimada, sólo respondió con dulzura, sin alterarse. ¡Maestra y mártir: la piñata!


Inentendible

«No entendí», me dijo ella al leer este nanorrelato. Y yo le respondí que tal vez tú opinabas lo mismo, pero no de frente.


¿Espejismo?

Un euro, tras el sueño americano, entró al banco para convertirse en dólar. Transformado, salió ufano, pero miró atrás y se vio engavetado.


Ecología del tiempo

Surgía uno y se extinguía inmediatamente. De repente aparecía otro y desaparecía. Declaran al Presente como especie en peligro de extinción.


Totalmente

El vagón de pasajeros se llenó hasta su máxima capacidad. Sólo estábamos nosotros dos. Nadie más. Me musitaba, y su música abarcaba... todo.


Exceso

Sus imágenes especulares se declararon en paro. La envidiaban, pues ella era tan exageradamente bella, que no lograban reflejarla como era.


Se lo lleva la corriente

El científico que investigó el caso de los camarones de ojos cerrados, arrastrados río abajo, descubrió la fábrica de somníferos río arriba.


Pasó por la tierra muriéndose

Juraba que el propósito divino de su vida era encontrar el elíxir de la inmortalidad para todos. Se dedicó sólo a ello. Se perdió de vivir.


Giraflor

Se decía que eran los súbditos que nunca perdían de vista a su rey. Hoy se rumora que es él quien sigue el ritmo marcado por los girasoles.


Microrrelato de un macrorrelato

Conozco un ser humano que nació, vivió, murió, resucitó, se reprodujo en muchos y está presente.

domingo, 14 de febrero de 2010

Ella y él

Sólo su inconsciente lo recordaba: cada vez que ella se dormía, soñaba con él. En todos sus sueños, siempre aparecía él con su rostro esplendoroso, pero ella nunca se acordaba de sus sueños. Cuando se despertaba, ignoraba la presencia de él. ¡Cómo se moría ella, inconscientemente, por recordar su rostro! Pero ella ni siquiera sabía que deseaba recordar algún rostro, pues, conscientemente, no se daba cuenta de que él existía. Más aún: lo que menos sabía era que ella misma, en su estado consciente, sólo era un sueño del mismo que vivía en el sueño de ella.

domingo, 7 de febrero de 2010

Genocidio

Presentíamos que algo tramaban contra nosotros, querían utilizarnos. Nos dejaron atrapados y hacinados en un cuarto oscuro por varios días, sin atendernos. Cada vez llegaban más. Luego nos sacaron y nos transportaron en unos «vagones», todos apretujados, aplastados y apestosos. Nos encerraron en una cámara a su control, en donde nos obligaron a dar vueltas y vueltas por media hora, mientras una sustancia química salía de unos orificios en la parte superior, cubriéndonos totalmente. Finalmente, nos trancaron en otra cámara, esta vez a una temperatura extremadamente alta, y de nuevo a dar vueltas. Su plan era dejarnos exprimidos. Damos testimonio de que estas operaciones de limpieza las realizaron siempre en la lavandería.

Nota: Después de leer los relatos turbadores de Zofia Nalkowska, no podía salir otro escrito sino éste.


Título del próximo cuento: ELLA Y Él
Se posteará: domingo 14 de febrero

domingo, 31 de enero de 2010

Su manera de decirnos: «¡Hola!»

En el fondo del mar
hay un hospital psiquiátrico
en donde se encierra a las olas.
Cada cierto tiempo,
el guardián marino las deja libres,
pero sólo por unos segundos,
para que tomen aire.
Por eso vemos
que aparecen y desaparecen olas
en cuestión de instantes.
Y en ese brevísimo tiempo,
las olas exteriorizan
su demencia incontenible:
están locas de alegría.
A veces provocan daños
en ese estallido de gozo,
pero no lo hacen porque sean malas:
son las consecuencias
de sus travesuras descontroladas.


Título del próximo cuento: GENOCIDIO
Se posteará: domingo 7 de febrero

domingo, 24 de enero de 2010

Efectos secundarios

Fue enviado con sus instrucciones de uso.
Revisaron su fecha de caducidad.
Lo agitaron antes de ser tomado.
Lo abrieron y lo consumieron.
Lo dejaron herméticamente cerrado.
Lo mantuvieron refrigerado.
Regresó para llorar, pero no podía:
le habían soldado el alma a su arma.
No sabía que le habían dado el Sol.
¡Pobre soldado!


Título del próximo cuento: SU MANERA DE DECIRNOS: «¡HOLA!»
Se posteará: domingo 31 de enero

domingo, 10 de enero de 2010

En cinta

Ella llegó con el padre. A veces con vacilación y otras con decisión, como emocionada, se acercaba al lugar donde lo encontraría. Después de nueve meses de espera, sus ojos brillaron al verlo. Lo cargó con cariño. Se fijó en sus detalles. Lo observó de perfil y de frente. Palpó su piel, acariciándola. Lo olfateó, tanteó su peso… El padre pidió envolverlo en cinta verde. Finalmente cumplió la promesa que le hizo a la chica cuando, en su colegio, ella recibió la Confirmación: regalarle un ejemplar de la Biblia de Jerusalén.


Título del próximo cuento: EFECTOS SECUNDARIOS
Se posteará: domingo 24 de enero

domingo, 3 de enero de 2010

Sospecha

Hacía cuatro meses que Juan Manuel empezó su catecismo. En la parroquia elegantemente engalanada, él y otros 34 niños de su colegio, aprovechando el inicio del año, recibieron su Primera Comunión. La ceremonia estuvo cargada de símbolos. El ambiente era festivo y de mucha espiritualidad. La homilía fue motivadora; las oraciones, inspiradas; las canciones, alegres; los agradecimientos, emotivos.
Terminada la liturgia, cada niño se marchó con sus padres a sus respectivos lugares de celebración: restaurantes, plazas de juegos, parques recreativos… A Juan Manuel se le notaba absorto. Mientras sus amigos jugaban, él se mostraba taciturno. Pidió a sus padres que, en cuanto pudieran, lo llevaran a la casa. Ellos, pensando que su hijo estaba en algún ensimismamiento místico, rápidamente lo trasladaron de la diversión a su hogar.
Ya en la casa, el pequeño, presuroso, fue a su ordenador a navegar en internet. Con un buscador, confirmó su sospecha: «Los insectos tienen seis patas».
Esa noche, el niño no podía conciliar el sueño. Con las luces apagadas, no dejaba de tocar sus costados en busca de alguna extraña protuberancia. No cesaba de mirar su espalda, a ver si descubría alguna misteriosa luz. Por más que intentaba cerrar sus ojos para dormir, no lograba apagar en su mente la voz de la catequista que, al final de la misa, había dicho: «Espero que, desde hoy, ustedes se conviertan en 35 luciérnagas que lleven la luz a sus casas».


Título del próximo cuento: EN CINTA
Se posteará: domingo 10 de enero