domingo, 1 de mayo de 2011

Alfombra roja

Cada noche suspiraba por desfilar en la alfombra roja, por donde flotaban las estrellas imponiendo sus atuendos de modistos famosos (cuyos nombres omito porque no he pagado por el derecho de mencionarlos en este relato). Cansada de ver que se desmayaban sus oportunidades y sueños, aquel martes, luego de consultar a las otras estrellas, apostó por la decisión: seccionó las venas de sus muñecas. Extendió sus brazos hacia delante, chorreando vida y muerte. Con esa vía enrojecida concibió su pasarela: por fin hizo realidad su desfile fantasioso. Caminó y caminó mirando su destino. Sin llegar a su meta, cumplió su objetivo: se fue de bruces sobre su alfombra roja. No pudo alcanzar su destino porque fue requerida por otro (destino, al fin y al cabo).

4 comentarios:

Yo soy Escribidor dijo...

Hay que leerlo otra vez.

Yuan dijo...

Deivi:
Bueno verte por acá!
Pues lo leeré otra vez.
Saludos!

cinthya rios dijo...

jeje,bueno de cierta manera obtuvo lo que quería,aunque de una manera un poquito drastica

salu2 :)

Yuan dijo...

Cinthya:
¿Drástica es familia de Drácula?
Saludos!