domingo, 8 de mayo de 2011

Hubo una vez

Con motivo del Día del Niño en Japón y del cumpleaño del pequeño clown, posteo un cuento infantil.

Hubo una vez, hace muchas bisabuelas atrás, en que el sol tiritaba de un inmenso frío, y el hielo vivía sofocado con un calor asfixiante; el viento sentía ganas de vomitar porque se mareaba, y la sombra tenía miedo de la oscuridad; el agua del mar se moría de sed, y el cuento no quería ser leído por nadie. El sol, el hielo, el viento, la sombra, el agua del mar y el cuento decidieron reunirse en la playa Najayo porque el colibrí les había contado que allí habitaba una sabia criatura que podía resolver sus problemas.
Por su temor a la oscuridad, la sombra suplicó que la cita fuera de día. El sol llegó abrigado con siete capas de chaquetas gruesas y tres bufandas tejidas. El hielo llevó su ventilador portátil de alta potencia; pero aun con lo potente que era, no pudo obligar al viento a soplar porque éste estaba verde de sentir náuseas. El agua del mar tenía la lengua fuera, jadeando. Y por supuesto, el cuento llegó a Najayo cerrado y envuelto en plástico.
La sabia criatura, llamada (aquí se coloca el nombre del niño o la niña), acogió a sus seis huéspedes entonando un himno milenario (cada quien pone la melodía) que decía así:

«Si el mono se rasca la peluca
es porque está pensando en maní.
Si el mono se rasca el ombligo
es porque está pensando en mí.
Si el mono se rasca el trasero
es porque está pensando en ti.
Si el mono se rasca el sombrero
es porque está pensando que le pica el sombrero».

La canción provocó unos efectos inesperados:
El sol regaló su frío al hielo, quien a su vez le dio su calor al sol. El viento empezó a bailar alegremente, dando vueltas de acrobacia. La sombra se dio cuenta de que ella misma era hermosamente oscura. El agua del mar se hizo de muchos amigos ríos que generosamente le brindaron sus aguas. Y el cuento... ¡es el que estás leyendo en este momento!

7 comentarios:

Con tinta violeta dijo...

Bonito cuento! Muy oriental...y me recuerda que cada cual tiene un papel y una misión y que cada cosa ha de estar en su sitio...
Besos!!

Yuan dijo...

Cada cosa ha de estar en su sitio!
Me recuerda otro cuento:

«Quiero encontrar cuál es mi lugar en este mundo.» Era la preocupación que un joven le presentaba al profeta. Le respondió: «Tu lugar en el mundo es éste.» El profeta señaló al sitio en donde estaba el joven.

Abrazo, Paloma!

Unknown dijo...

el orden perfecto de las cosas!! ^^
saludos!

(me gusto mucho este post!)

Unknown dijo...

el orden perfecto de las cosas!
Saludos! linda historia, solo espero recordarmela completa para cuando se la diga a mi hermanita!

XD

Yuan dijo...

Hola Lu:
Saludos a tu hermanita de parte del sol, el hielo, el viento, la sombra, el agua del mar y el cuento!
Y a ti un abrazo!
:D

cinthya rios dijo...

hijole,que bonito cuento,me encantó,siempre me sorprendes,tienes una manera de decir las cosas muy bella :)

Bendiciones

Yuan dijo...

Gracias, Cinthya.
:)