domingo, 10 de enero de 2010

En cinta

Ella llegó con el padre. A veces con vacilación y otras con decisión, como emocionada, se acercaba al lugar donde lo encontraría. Después de nueve meses de espera, sus ojos brillaron al verlo. Lo cargó con cariño. Se fijó en sus detalles. Lo observó de perfil y de frente. Palpó su piel, acariciándola. Lo olfateó, tanteó su peso… El padre pidió envolverlo en cinta verde. Finalmente cumplió la promesa que le hizo a la chica cuando, en su colegio, ella recibió la Confirmación: regalarle un ejemplar de la Biblia de Jerusalén.


Título del próximo cuento: EFECTOS SECUNDARIOS
Se posteará: domingo 24 de enero

4 comentarios:

Con tinta violeta dijo...

Hola Yuan: este relato me ha hecho recordar que cuando obtienes las cosas con facilidad, no las valoras adecuadamente.
También me ha hecho recordar que hay países donde sencillamente esa compra habría que hacerla a escondidas, porque tu creencia está prohibida...
¡Feliz semana!
See you soon.
Besos
Paloma.

Yuan dijo...

Paloma:
Prohibir las creencias es como querer aprisionar el aire.
Te mando un abrazo grande con el aire que se cuela por todas partes.
Regards.

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

muy bueno el post, me encantó el de la ventana.

Buen trabajo, a ver si los vuelvo a repasar uno a uno.

saludos

Yuan dijo...

Gracias, Daniel!
Viniendo el comentario de ti, me entusiasma más. Sigo aprendiendo de ti.
Saludos.