domingo, 22 de febrero de 2009

Violencia doméstica

«Espero que esta vez no me joda cuando llegue a casa», pensaba ella, mientras manejaba. Estacionando el carro, presiente la mirada de él que la acecha desde la ventana. La joven abre la puerta para entrar, y él, súbitamente se le abalanza. Ella apenas le presta atención, sólo le da una fugaz caricia en la cara, para salir del paso. Él no se conforma: desea más. En sus ojos se ve que está hambriento de más. «¡Déjame tranquila!» La chica trata de ignorarlo, pero él hace caso omiso a su reclamo y la sigue por todas partes hasta la alcoba. Le toca las piernas descontroladamente. Él ya está jadeando, lamiendo la piel de ella. «No estoy para ti hoy. Estoy muy cansada.» La respuesta de él no se hizo esperar: «¡Guau!», dijo cariñosamente, mientras agitaba su rabo con fuerza, esperando su galletica de cachorrito.


Título del próximo cuento: EL ILUSIONISTA
Se posteará: domingo 1 de marzo

domingo, 15 de febrero de 2009

Transparencia

Una extraña virosis la fue cegando de manera irreversible. En cuestión de días, sus ojos perdieron la luz: quedó completamente ciega.
Vivió en la oscuridad por mucho tiempo, hasta que una mañana, misteriosamente, alcanzó a distinguir un par de estrellas. No era capaz de ver otra cosa, sólo las dos estrellas.
Más tarde, se dio cuenta de que eran transparentes. A través de las estrellas, distinguía la belleza de las formas y los colores que anidaba detrás de ellas: todo un universo de constelaciones se asomaba dentro de esos soles.
Así recuperó la visión, y aprendió que el amor no era ciego: ella veía por los ojos de su amado. ¿O era que el amado veía por ella?


Título del próximo cuento: VIOLENCIA DOMÉSTICA
Se posteará: domingo 22 de febrero

domingo, 8 de febrero de 2009

Otro rincón: La esquina del profeta

Informo a mis amigos que pasan por este blog, que ya pueden entrar a la esquina del profeta. Es otro espacio en donde escribo microrrelatos con un personaje simpático (¿o antipático?), a quien llamo el profeta. Transcribo el párrafo de la presentación del blog:

«Anunciar y denunciar, ser voz para la Palabra: es la misión del profeta. (¿Qué sería la Palabra sin la voz? ¿Qué sería la voz sin la Palabra? ¿Aire sin pulmones? ¿Pulmones sin aire?). Estos microrrelatos ficticios son reales. El modelo bien pudo ser Óscar Arnulfo Romero, Martin Luther King, Teresa de Calcuta, Emiliano Tardif, Roger de Taizé, la Gospa de Medjugorje... Testigos, santos, maestros que nos muestran una manera de pensar para una manera de vivir. El profeta nos acomoda las piezas del Reino. También nos incomoda... y desacomoda nuestros modos y nuestras modas.»

Para que sigan la secuencia, les pido que lean los posts de abajo hacia arriba, es decir: empezando por el primero en orden cronológico. También les pido sus comentarios en los relatos que más les llamen la atención o la tensión.
Abrazos de este taiwanés-dominicano-neoyorkino-ciudadano del universo. Click:

http://laesquinadelprofeta.blogspot.com/

Presentes anticipados

Es temprano en la mañana y ya la delgada se ha puesto el uniforme de la empresa. Sin desayunar, sale de volada, con una caja de bizcochos en sus manos. Se oye el reclamo de su madre: «Acuérdate de arreglar tu cuarto, no vayas tan de prisa… No olvides que hoy…» A la delgada le da tirria esa demanda cotidiana, no escucha: ya está corriendo. Sólo piensa en lo que le depara: mañana será el onomástico de su jefe, y hoy ella quiere sorprenderlo con unos bizcochos como presentes anticipados para el festejo.
Corre hacia la estación del metro. Casi alcanzándola, la estación parece que cobra vida y se coloca más lejos. La delgada se sorprende. Piensa que quizás aún está dormitando. Sigue corriendo por llegar a la estación, y de nuevo, ésta se aleja. Así sucede unas tres o cuatro veces más, hasta que finalmente la delgada logra atrapar la estación y descender por sus escalones, justo para ver que un tren se ponía en marcha. La delgada corre como si pudiera alcanzarlo. Desiste, y se detiene resignada a esperar al próximo tren, con la caja de bizcochos en sus manos.
Se presenta otro tren, mucho más moderno. La delgada se abalanza sobre él. Apresura sus pasos para ubicarse en un asiento, con la caja de bizcochos en sus manos.
Minutos después, el tren se detiene en la parada de la empresa. La delgada mira su reloj: son las 7:52 a.m. Se abre paso rápidamente, empujando a algunos. Llega a la oficina, con la caja de bizcochos en sus manos. Es cuando se da cuenta de que todo está cambiado: no reconoce al portero, tampoco recuerda haber visto a esa recepcionista. La sala tiene un aspecto diferente, con adornos irreconocibles. Una mujer de años acumulados, boquiabierta, la mira con ojos asombrados, como si alucinara; se diría que es Lucía, la amiga de la delgada, pero ¿cómo le han brotado esas canas de un día para otro?
La caja en las manos de la delgada luce vieja y arrugada. Cuando la abre, no encuentra ningún rastro de los bizcochos. El terror se va asomando. El reloj marca las 8:02. La delgada quiere volver atrás, pero una fuerza invisible en su espalda lo impide. Apenas está descubriendo que no puede vivir en el futuro ni volver al pasado.


Título del próximo cuento: TRANSPARENCIA
Se posteará: domingo 15 de febrero

domingo, 1 de febrero de 2009

Estar en el medio

Érase una vez una ventana que se cansó de ser un hueco en el muro: «No me quedaré aquí encerrada como si fuera pintada en la pared. ¡Quiero estar en el medio y hacerme notar!» Prefirió abandonar la pared y se colocó en el centro de la sala. Allí nadie advirtió su presencia, pues sólo era un hueco en el vacío.

Título del próximo cuento: PRESENTES ANTICIPADOS
Se posteará: domingo 8 de febrero