Una extraña virosis la fue cegando de manera irreversible. En cuestión de días, sus ojos perdieron la luz: quedó completamente ciega.
Vivió en la oscuridad por mucho tiempo, hasta que una mañana, misteriosamente, alcanzó a distinguir un par de estrellas. No era capaz de ver otra cosa, sólo las dos estrellas.
Más tarde, se dio cuenta de que eran transparentes. A través de las estrellas, distinguía la belleza de las formas y los colores que anidaba detrás de ellas: todo un universo de constelaciones se asomaba dentro de esos soles.
Así recuperó la visión, y aprendió que el amor no era ciego: ella veía por los ojos de su amado. ¿O era que el amado veía por ella?
Título del próximo cuento: VIOLENCIA DOMÉSTICA
Se posteará: domingo 22 de febrero
2 comentarios:
Yuan, no se porque me habia perdido de este otro blog, que refrescante sorpresa son tus letras!.
Si vienes a Charlotte, contactame por correo y para ver si nos tomamos un cafe cubano juntos,trate de hallar un correo en tu perfil pero no hay.
Un abrazo :)y Dios te bendiga.
Hola Betty:
Ya te escribiré para contactarnos por mi paso en Charlotte.
Abrazo y bendición!
Publicar un comentario