Érase una vez una ciudad en donde sus habitantes utilizaban sus cuentos como medio de transporte. No viajaban en carros ni en barcos o aviones, sino montados en cuentos. (Este cuento, por ejemplo, era un solicitado taxi de esa ciudad). Se interesaban en los cuentos sólo porque les servían para trasladarse de un extremo a otro. Pocos se sentían impelidos a curarlos cuando se descomponían: había un solo mecánico en la ciudad, especializado en arreglar los carros-cuentos.
Con su imprevista muerte, se asentó una vorágine de confusión. (Este cuento, por ejemplo, perdió su cadencia). Nadie sabía cómo reparar las piezas gastadas de los cuentos. La situación se complicó cuando la alcaldía… eso lo… podrían funcionar pero… maraña… vacunaban… con instalación insuficiente… antivirus actualizado… tarde… del mismo modo en el sentido contrario.
Título del próximo cuento: PAREJA MONEDA
Se posteará: domingo 5 de julio
4 comentarios:
jajajajajaja...
suerte que no se estrellaron y hasta el momento no hay heridos. Pobres cuentos, lástima que sólo sirvan para comodidad del pasajero y no como un gran instrumento para conversar, observar el paisaje, imaginarse algun otro cuento, o echar una pavita mientras se llega al destino.
A lo peor ya hay muchos heridos. A lo peor hay muchas ciudades en que sus habitantes viajan siempre en cuentos.
Acabo de llegar de un avión, no de un cuento (aunque quién sabe). Voy a echarme una pavita.
ojalá hayas recogido muchos cuentos perdidos en el camino...
Pues sí, usualmente cuando viajo, se me arriman los cuentos.
Abrazos!
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