Ayer me desperté con maliciosas ganas de hacer «travesuras de grandes ligas». Pronto llegué a las oficinas del periódico de mayor circulación nacional. Pagué por colocar una esquela mortuoria. Yo, amigo de las rebajas, no pude conseguir un precio menor: con la muerte no se regatea. Puse mi nombre en el lugar del difunto; nombres de los deudos: el de mi esposa y los de mis tres hijos; fecha de fallecimiento: el día de ayer. Pasé todo el día con impaciencia disimulada: buscaba apresurar la llegada de hoy para abrir el periódico.
Esta mañana me desperté muy temprano con incontenibles ganas de tomar el periódico. Aguardé a que mi esposa saliera con los niños al colegio, y entonces, en el silencio cómplice de mi alcoba, lo vi: mi anuncio necrológico publicado en tres columnas por dos pulgadas.
Decidí no ir a trabajar, para esperar la reacción de mis colegas. Me cercioré de que el celular estuviera con buena carga y cobertura. ¿Quién será la primera «víctima» de mi broma? ¿Quién llamará para preguntar?
Volaron las horas y nadie llamaba, ni de mi oficina, ni del colegio, ni mi madre, ni siquiera mi propia esposa, envuelta en no sé qué asuntos de su despacho. Empecé a sentirme extraño... ¡Imposible que ninguno de mis conocidos haya leído el periódico!
Llegó la noche y yo seguía solo en casa, con el teléfono mudo, y con una angustia que crecía a pasos de elefante...
En un instante me desperté: con suspirado alivio, me percaté de que sólo era un sueño. ¡Menos mal! Me levanté para contar a mi mujer mi singular broma onírica. Fue cuando me di cuenta de que ella había salido con los niños para el colegio. Solo, pero sin las incontenibles ganas que tenía en el sueño, tomé el periódico de modo rutinario. Entonces lo vi: mi aviso funerario publicado en tres columnas por dos pulgadas.
Pensando que era un segundo sueño, me lavé la cara con agua fría y me senté a pasar el tiempo, para despertarme. Nadie llamó, ni de mi trabajo, ni del colegio, ni siquiera mi esposa. El teléfono nunca sonó. Las horas se arrastraron a pasos de caracol...
Todavía no sé si sigo soñando o es una chanza. Lo cierto es que esta soledad angustiosa me va ganando parcelas. Hace ratos que me muero por marcar el celular de mi mujer, pero por más que lo intento no logro alcanzar mi teléfono.
10 comentarios:
Muy bueno Yuan, ja,ja...cayó en las redes de su propia broma y estaba muerto...
Hay cosas con las que mejor no jugar, digo, como moraleja...
Besos
Hola Palomita:
Siempre he pensado que la vida es una broma que hay que tomarla en serio, o una seriedad que hay que tomarla como broma.
Seguiré tu moraleja.
Abrazo!
jajaja... uff que lío!
Es que entre broma y broma, todo lo q sale de nuestra boca tiene fuerza, y si sale de nuestras letras, en estos tiempos tecnológicos aún mas.
Creo q no le salió porque no usó ni facebook ni twitter, otra hubiera sido la historia :P
Jeje!
Laura: ese tipo se parece a mí: ni facebook ni twitter!
:p
Interesante aquella broma de grandes ligas... sería "divertido" hacer algo parecido... Mientras sea un sueño, no importa que el teléfono no suene... es mejor que la gente se agolpe en la puerta.
Buenas letras!
Un abrazo!
Trovator:
Gracias por pasar por esta esquina y comentar.
Te deseo mucha gente agolpada a tu puerta, si decides hacer una broma parecida.
Compartimos el gusto por la trova!
Saludos.
me pasa parecido solo que al reves, me despierto sabiendo que estoy viva, esperando estarlo...
pero no se si es la realidad o solo un sueño... el mejor de todos....
Hola Lucía:
Creo que nuestra vida es el mejor sueño de Dios. Que lo disfrutes!
Yo también sigo escuchando a Silvio y la trova y leyendo a Benedetti.
Abrazo!
uff!!!
que te puedo decir,me has dejado sin palabras,estaba empezando a reírme por la ocurrencia de la esquela y que nadie llamaba,a medida en que se fue desarollando la historia,sentí un poco de angustia,el no sabía que estaba muerto,sería triste morir y no saberlo y vagar por la eternidad sin saber lo que te pasa,así me sentí: como perdida,que no nos perdamos en nuestra vida,que sepamos vivir la vida y darnos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor,
salu2 y Bendiciones :)
Gracias, Cinthya.
Intentaré darme cuenta de lo que sucede a mi alrededor para no perderme la vida.
Bendiciones para ti también.
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