domingo, 11 de abril de 2010

Twitterrelatos de ausencias

Después de una temporada con el blog descuidado, les twiento unos twitterrelatos (140 caracteres o menos). Inicialmente fueron posteados en twitter. Ahora que ya son cien, los agrupé y les puse títulos.

Realidad

Cuando despertó, el negrito seguía llorando con mirada suplicante. Cerró sus ojos de nuevo, queriendo ver un dinosaurio.


Ideologías

Una de derecha y otra de izquierda. Sin ponerse de acuerdo, las perneras terminaron desgarrando lo que las unía: la entrepierna.


Lógica elemental

Sólo pude entrar en esa ciudad hasta la mitad: después de la mitad ya no entraba… Salía.


Lógica no tan elemental

Después de la mitad ya no entrábamos… Salíamos, unos con nostalgia, y otros, desesperadamente.


Escenario real

Bajó el telón y el actor asumió inmediatamente otro libreto: interpretar el papel de espectador de su propia vida.


Estar en el medio

La ventana se cansó de ser un hueco en el muro. Saltó al centro de la sala para hacerse notar. Nadie la vio: sólo era un hueco en el vacío.


Incompatibilidad

Un montón de arena se unió a otro. Era feliz, porque uniéndose seguían siendo un montón de arena. Pero el otro pensaba que iban a ser dos.


Impaciencia ficción

Desesperada de vivir fuera de la realidad, Incon Ciencia Ficción se unió a Con Ciencia Ficción. No sabía que ambas tenían el mismo apellido.


¿Y entonces…?

«Se me alarga la nariz, solamente cuando miento», confesó Pinocho. Pero inmediatamente, ante las narices de todos, empezó a crecer su nariz.


Charlando con el abogado

Invité a mi vecino a cazar en el bosque. Había empezado la temporada de cacería de venados. Sí, invité a mi vecino, el esposo de mi amante.


Escapatoria

La llevaron de la cárcel para declarar. Podría recuperar su libertad, volver con su marido. Ante el juez, contestó: «Culpable, Su Señoría».


Ofrenda de cocteles molotov

Se cansó de que el pastor sermoneara tanto sobre el diezmo. Llegó al culto con su bomba de obediencia: todos los miembros debían de diezmar.


Ausencia

Volvió a decirme que tenía mucho frío, que extrañaba la calentura de tus cerdas. Te fuiste y me sigue hablando: mi porta cepillo de dientes.


Daños colaterales

Disparada por el invasor, la bomba cayó sin estallar, a unos 70 metros de la escuela. Los niños salieron a jugar. ¡Al fin un juguete nuevo!


Prisionero

Secuestrado en la celda, el profeta escuchaba el clamor que venía del exterior, del secuestrador que le suplicaba: «¡Déjame salir!».


Despido

Yo sufrí de insoportables vértigos con fuertes mareos. Tuve que parar de trabajar. Entonces me botaron y consiguieron un nuevo ventilador.


Vacaciones

En la temporada navideña siempre lo llevaban a la casa de Vera, su prima. Ahí vivía aquel hombre. Primavera. Verano. ¡Oh …oño! Infierno.


El valor de la terquedad

Las ideas que chocaban contra la suya se rompían. Dispararon rayo de fuego para derretir su idea. Se quebró el rayo y se derritió el fuego.


Utilizada

«Puedes usarme, estrujarme, violentarme y tirarme como basura, o puedes dejarme ser para expresarme, expresarte», indicó la hoja al poeta.


Papel digno

«Que seas de sangre azul no te otorga el derecho de herirme o poseerme», reclamó la hoja al bolígrafo de Drácula.


Su primera experiencia

Ella intentó escuchar su corazón. Aunque nerviosa, delante de todos, acercó sus labios a los de él. Le sirvió su curso de primeros auxilios.


De paseo

No trabajaba si no lo empujaban. Un día tomó su única iniciativa: salió a pasear solo. Todo el perchero se derrumbó cuando él se desclavó.


Explotación

Me invitaron a su casa lujosa. Sus muebles eran sólo de dos patas: los sofás, las sillas, las camas... Luego vi que tenían orejas y narices.


Inconciencia

Diálogo de ostras en lo profundo del mar:
«¿Es cierto que estamos mojadas?».
«¿Mojadas? ¿Qué es eso?».


El cochecito

Como cada tarde, salieron a caminar. Ella empujaba el coche del bebé. Esta vez no había nanas, no había risas, no había nadie en el coche.


Incurable

Su color cambiaba paulatinamente. Se fue secando lentamente. Perdió su brillo. Al no resistir más, saltó al vacío. «¡Venciste, otoño!».


Puerta

Angustiado, buscaba la puerta de salida del laberinto: no quería entrar más. Al fin dio con una puerta. La abrió y se metió. Era de entrada.


Buen intento

«No hay nada más», es lo único que me decía. Insistí en preguntarle para alimentar mi investigación. «No hay nada más», recalcó mi amnesia.


Primer día: verano

«Me gustas cuando callas porque estás como ausente». Después que recitó a Neruda, el hombre siguió allí con la mirada fija en la cama.


Segundo día: otoño

«Me gustas cuando hablas porque estás como ausente». Después que parafraseó a Neruda, el hombre siguió allí con la mirada fija en el nicho.


Tercer día: invierno

«Me gustas cuando hablas porque estás como presente». Después que parafraseó a Neruda, el hombre siguió allí con la mirada perdida.


Último día: primavera

«Me gustas cuando callas porque estás como presente». Después que parafraseó a Neruda, el hombre siguió allí con la mirada encontrada.


¿Violencia intra...?

Su padre le ordenaba que golpeara a su madre. Cuando lo hizo, ella sonrió tocándose el vientre, mientras decía emocionada: «¡Me pateó!».


Compartido

Me miraba deseándome. Aunque pertenezco a su hermana, no me resistí cuando me acercó a sus labios carnosos. ¿Sigo siendo pintalabios ajeno?


Atraco ejemplar

La policía presentó a los confesos asaltantes del banco, capturados en su última reunión de la Junta Directiva en un resort de Punta Cana.


Despedida

«Contigo seré lo que pude».
«Contigo podré lo que fui».
La madre separó a la niña que se despedía de su padre en la puerta del psiquiátrico.


Ella y él

Luego de impaciente espera en la Oficialía Civil, suspiró al verla llegar. Ambos dieron el sí cuando se les preguntó si querían divorciarse.


Una desconocida

Me he inquietado porque esta desconocida, con poca vestimenta, no ha dejado de mirarme y sonreírme. Su madre le dio el biberón, volteándola.


¿Compasión?

Decidimos acabar con su vida. Lo montamos en el carro hasta el lugar de su ejecución. No pude mirar sus ojos cuando intentó mover su cola.


Un maestro

«Lo que más admiro de este maestro: mientras existió jamás dejó de alumbrar, calentar y danzar». Señaló las cenizas dejadas por el fuego.


La increíble y breve historia de un relato de nunca acabar y su abuela redundante

Infinitud eterna.


Dictador

Hipnotizó a todos, empezando por soldados, banqueros, maestros y médicos. Luego de hipnotizar al último médico, sufrió Alzheimer crónico.


Inmóvil

Me trajeron desde la carretera. Me veo extraño en este cuarto frío, desnudo, sin saber qué dice ese papelito colgado en el pulgar de mi pie.


Instante para ver al Cronopio Mayor

Mensaje para quien lee esta línea: ¡Rápido! ¡Voltéate y mira en este preciso momento! Como no lo hiciste, perdiste la oportunidad de verlo.


¿A quién puedo demandar?

Sola, hago el trabajo de dos: trago sus soliloquios, atrapo las críticas. ¿Por qué es famosa ella, la que se fue, la otra oreja de Van Gogh?


Inalcanzable

Al querer tapar el Sol con un dedo, me quemé el dedo. Entonces quise tapar el dedo con un Sol. Tampoco pude. Sigo intentando con curitas.


Contrabando

Viajando por el Caribe, un esquimal empacó calor tropical para llevarlo a su hogar. Migración lo impidió. Entonces lo ocultó en su corazón.


Iluminación

Un instante travieso me despertó con su reto: «¿Cómo sabes que vives en el presente si lo que acabas de leer ya está en el pasado?».


Esperanza

Aunque hayan candado a Gro, no han podido encerrar a su pequeño, Grito.


Caminante

Peregrina, cargando su tienda de campaña, alegaba que había llegado a donde terminaba el horizonte. Nadie le hizo caso. Nunca más la vieron.


Prejuicio

El viento de invierno golpeaba a su espalda. Cuando se volteó para encararlo, se encontró con la brisa de verano acariciándolo de frente.


Comunicación visual

Su amor sobrevivió a la distancia, comunicándose con los ojos. R miraba dibujos que J le enviaba, y J lloraba versos que R le escribía.


Alivio

Hoy contemplé un milagro. El cielo lloraba en Nueva York con un escozor en su espalda. La inclinó sobre Manhattan. Rascado, cesó la lluvia.


Cruce de peatones

Por doquier, pequeños caminantes de puntos blancos... Escaparon de los semáforos peatonales. Aterrados, veían los gigantes tridimensionales.


Algo descabellado

¿Qué depresión contagiosa empujaba a los sobrevivientes a lanzarse al abismo? ¿Suicidio colectivo? Con el último salto, triunfó la alopecia.


Cambio de roles

«Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere…», decía la rosa enamorada mientras, con sus espinas, la despellejaba capa por capa.


Campeón

El disparo inició el maratón. Millones corrieron frenéticamente. Se fueron muriendo por el camino, cansados. Un solo ganador llegó. Fecundó.


Rivales

La 1:00 y las 2:00 eran dos horas que no se conformaban con vivir el presente: cada una estaba ansiosa, pensando que la otra iba adelante.


¿Eres capaz de guardar un secreto?

El mago nunca revelaba su secreto. Cuando él se evaporó, sus asistentes desaparecidos quedaron sin salir de la cavidad secreta.


Circo

«Mujer monstruo» se maquilló y se miró repugnante, lista para la función circense. Multitud morbosa ovacionó. Inició el show. Miss Universo.


Humano al fin

Luego de un día de trabajo duro, su torturador le suplicó: «Colabórame ya. Igual que tú, mi niña cumple 15 hoy. No quiero desairarla».


Viento 1

Mientras Preocupación era huésped en casa, el viento golpeaba la puerta. Cuando Preocupación le abrió, se introdujo Huracán, azote en mano.


Viento 2

Mientras Confianza era huésped en casa, el viento golpeaba la puerta. Cuando Confianza le abrió, entró Brisa Suave, amable, acariciante.


Primera cita

La llamé para confirmar la cita. Con voz trémula repetí: «Joe’s Pub». ¿Será hermosa? ¿Me hablará con dulzura? Me pregunto cómo es mi madre.


Impresentable Mañana

Cronos ansiaba conocer a Mañana. Esperaba impacientemente. Mañana vino, pero convertido en Hoy. Cronos se decepcionó: ansiaba ver a Mañana.


Ávida de golpes

Él la golpeó brutalmente. Ella, una vez golpeada, se echó a correr en volandas. La siguieron con la mirada. El cronista anunció un jonrón.


Rendición

«¡Tu luz es bella! ¡Tú luces bella!», dijo la luciérnaga embelesada, mientras se entregaba a la lucerna.


De Egipto

Después de miles de años, se ha descubierto que los egipcios no grababan sus documentos en papiros, sino en PDF. Por eso usaban tanto adobe.


Ceremonia

Al acto de apertura fueron algunos invitados. Para el tradicional corte de inauguración, le pasaron una tijera. Cortó el cordón umbilical.


Del otro lado

El lunático con lunares encaraba su neurosis con el lobo lunar: «Esta mañana habrá tierra llena... ¿Saldrá el lobo hombre?».


Camaradas

Para protegerla de vampiros y dolores de garganta, a cambio de atraer elefantes balanceadores, Arácnido tejió frondosa bufanda para Jirafa.


Buceando

Pez y Alondra se conocieron por internet. Él se convirtió en pez volador, pero no halló a su amada. Mientras, una alondra submarina buceaba.


Obsoletos

Lo buscó, mas Toc no halló a su gemelo toc, triste desde que se enteró, en la puerta de su trabajo, que los habían sustituido por Tin y ton.


Música mojada

En la fiesta, sólo él se dio cuenta de que la melodía de la violinista estaba humedecida: la vio ayer en la morgue.


Aferrarse

«¿No eres capaz de olvidarlas? ¿Por qué te empeñas en llevar sus anillos?». Saturno, interpelado por Júpiter, seguía callado, dando vueltas.


Larga espera

«Luces una hermosa colita». «La llevo por ti». Fue el Sol que la galanteó con voz entrecortada, resignándose a no volver a verla en 76 años.


Solo

Gracias a científicos terrícolas, luego de 4,700,000,000 de años, el Sol se enteró de su edad. Entonces quedó abatido: saboreó la soledad.


Sacrificio

La moribunda estrella amaba al planeta. Resolvió alejarse a mil años luz de su amado. Así, él seguirá sonriendo a su luz por un milenio más.


Sed

Cuando aquel producto escaseó, surgieron los «vendedores de sorbos», que se hicieron ricos, pero murieron deshidratados.


¡Escándalo real!

Bella Durmiente, Blancanieves y Cenicienta descubrieron que estaban casadas con el mismo pillo, confabulado con fabulistas.


Demanda real

Bella Durmiente, despierta en su realidad, demandó a Príncipe por acoso sexual con contacto físico inadecuado mientras yacía anestesiada.


Estornudos

Los descendientes de dragón se extinguieron a causa de la gripe que todos contagiaron, pero no murieron por el virus, sino carbonizados.


Su propia creación

Como no soportaba la agonía de confrontarla, se lanzó en ella. Así, el escritor se transformó en un personaje dentro de la página en blanco.


Y punto

Su historia ya tenía nudo y desenlace, pero titubeaba en ponerle el punto final. Después de mucho vacilar, se decidió. Lo colocó aquí: .


Cultura

«El sexo favorece el intelecto», declaró a la prensa. «Mientras mi marido lo hacía con ella, en casa yo leía a Nietzche, Sartre, Hesse...».


Estoica

Anoche la vi. La golpearon con un palo. Ella, aunque muy lastimada, sólo respondió con dulzura, sin alterarse. ¡Maestra y mártir: la piñata!


Inentendible

«No entendí», me dijo ella al leer este nanorrelato. Y yo le respondí que tal vez tú opinabas lo mismo, pero no de frente.


¿Espejismo?

Un euro, tras el sueño americano, entró al banco para convertirse en dólar. Transformado, salió ufano, pero miró atrás y se vio engavetado.


Ecología del tiempo

Surgía uno y se extinguía inmediatamente. De repente aparecía otro y desaparecía. Declaran al Presente como especie en peligro de extinción.


Totalmente

El vagón de pasajeros se llenó hasta su máxima capacidad. Sólo estábamos nosotros dos. Nadie más. Me musitaba, y su música abarcaba... todo.


Exceso

Sus imágenes especulares se declararon en paro. La envidiaban, pues ella era tan exageradamente bella, que no lograban reflejarla como era.


Se lo lleva la corriente

El científico que investigó el caso de los camarones de ojos cerrados, arrastrados río abajo, descubrió la fábrica de somníferos río arriba.


Pasó por la tierra muriéndose

Juraba que el propósito divino de su vida era encontrar el elíxir de la inmortalidad para todos. Se dedicó sólo a ello. Se perdió de vivir.


Giraflor

Se decía que eran los súbditos que nunca perdían de vista a su rey. Hoy se rumora que es él quien sigue el ritmo marcado por los girasoles.


Microrrelato de un macrorrelato

Conozco un ser humano que nació, vivió, murió, resucitó, se reprodujo en muchos y está presente.

4 comentarios:

Anonima Mente dijo...

muy buenos!
Un saludo

Con tinta violeta dijo...

Hola Yuan ¡que bueno que te volvemos a leer!
Hay muchos y buenos...
Espero que podamos seguir leyendo poco a poco,
BESOS

Yuan dijo...

Anónima Mente:
Gracias! También te saludo, con mi sinónima mente.

Paloma:
Pues parece que resucité con la Pascua, ¿no? Gracias por permitir leernos. Seguimos escribiendo. La imaginación al poder!
Abrazote.

Carmen María dijo...

Disfruto mucho con la recopilación de tuits, y esta es especialmente hermosa, Yuan,un tesoro para leer cien y un veces. :-D