Ellas eran dos: una madre soltera y su hija única. Dominante la una, y sumisa la otra. La hija quería ser diseñadora de modas, pero estudió medicina por presión de su madre: Desde pequeña, aprendió a vivir la vida de su madre, calladamente.
Nunca se atrevió a decirle lo herida que estaba desde la primera vez que oyó: «Eres fruto de un accidente indeseado.» Quería odiarla, pero no podía, pues era su madre. Deseaba gritar, pero no debía, pues había aprendido, desde el primer castigo severo en su infancia, que “resignarse es de buena educación”.
Dejó de estudiar, el día en que su madre, ya enferma, se lo ordenó. Se dedicó a cuidarla, atenderla, bañarla… A fin de cuentas, era su madre, y había que ser buena hija. Así fue criada: para convivir (o más bien: conmorir) con el miedo.
La madre, presintiendo su partida inminente al más allá, impuso de nuevo: «No le temo a la muerte… Cárgame y ponme en la silla.»
La hija obedeció de nuevo. Había obedecido tantas veces, que una vez más es lo de menos. Además: “es su última orden”, pensó. Cargó a su madre desde la cama hasta la silla.
Y la madre refunfuñó como siempre. Y se sentó a esperar la muerte.
La hija tomó otra silla. La colocó frente a su madre. La vio sentada, esperando lo irreversible. Entonces, la comisura de los labios de la muchacha se curveó en una leve sonrisa… Y se sentó a esperar la vida.
Título del próximo cuento: EL PODER DE LA CRÍTICA
Se posteará: domingo 15 de marzo
6 comentarios:
Que terrible!!!
La hija necesitando la muerte de su madre para ser libre!!
No pudo haber otra opcion!?
Impactante cuento , me gusto por el horror.
Hola Estrella:
El cuento es terrible, sé que tiene un tinte "cruel". Creo que hay otras "opciones", pero no siempre son asumidas con valor.
Abrazo!
Yuan =)
Veo que publicaste este precisamente para el dia de la mujer. Este cuento dice muchas cosas, muchas.
Esta frase :"resignarse es de buena educación", como nos han transmitido eso por generaciones!.
Infinidad de veces la iglesia institucional ha sido esa "madre" dominante y tirana, creando esa mentalidad de mujeres sometidas/sumisas que tanto daño a hecho.
Un abrazo!
Hola Brisa:
Qué bueno que con tu comentario abriste la posibilidad de que la "madre" del cuento no necesariamente sea la madre de la chica. ¿Será que tenemos que ir identificando muchas "madres" que no son madres, y que nos atosigan?
Un abrazo taiwanés!
recordé la teoría de mi hermano héctor iván: la paciencia vaga y la paciencia diligente... tanto que pedimos paciencia y nos olvidamos que a veces hay que pararse a abrirle la puerta a nuestras vidas.
Hermoso... voy de camino a "desmadrarme"
Te requiero!
Laura:
Que te vaya bien en tu proceso de "desmadre".
Te rqtabrz!
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