Érase una vez un maestro de pintura que realizaba tan bien su trabajo, que los personajes plasmados en el lienzo parecían tridimensionales, como si fueran estatuas.
Los críticos de pintura no se atrevían a escribir sobre sus obras; decían que, como parecían estatuas, debían de comentarlas los críticos de escultura. Los críticos de escultura se abstenían de opinar, alegando que eso les correspondía a los críticos de pintura, pues las obras del maestro eran puros colores sobre lienzo.
El maestro, deprimido por la carencia de críticas, decidió pintar sólo personajes en dos dimensiones. Entonces, todos los críticos de arte coincidieron al declarar que “había rebajado el nivel de su creación”.
Finalmente, el artista optó por pintar y esculpir en música.
Título del próximo cuento: OH FELIZ INGENUIDAD
Se posteará: domingo 22 de marzo
5 comentarios:
:S!!
ya no se si abstenerme a comentar o decir algo!
ahora de lo que si estoy segura es que NUNCA debemos limar nuestra creatividad jeje :D
WE miss u Yuan!
Gracias, Laura, por comentar aunque sea con abstinencia de comentario!
La semana que viene estaré en Santo Domingo, con el favor de Dios.
Abrazote!
Ay que chulo!
POdrías hacerme el honor de dejarme verte aunque sea de lejos?
mandame un correo plis para saber a donde llamarte!!!
Te requiero!
eligió la mejor parte/!!!
Jajajajaaaaaa! Bren, con tu música.
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