domingo, 6 de febrero de 2011

Hotel de paso

Los sueños habitan el aire. Son como ondas que gustan de vacaciones, y cada cabeza en donde se incrustan es un género de hotel de paso. Los sueños acechan alrededor de todos los colchones del mundo, buscando pernoctar sin permiso en alguna indefensa cabeza. Y si son camas de hotel se corre un riesgo: que un sueño que haya callejeado la víspera en una cabeza de mujer quiera introducirse ahora en una testa masculina. En la última noche de mi primer crucero, por ejemplo, soñé que yo salía en alguna cita idílica con un hombre de apariencia tarahumara (me he familiarizado con esa pinta porque estoy suscrito a una revista de etnografía). En la mañana pedí a mi mujer que me relatara lo que ella había soñado durante la noche. Mi amada negó haber tenido sueño alguno en el crucero. Eso lo explicaba todo: mi sueño fue uno que debió entrar en la cabeza de mi esposa, pero se adentró en mi cerebro por error, quizás porque ese sueño tenía sueño, y ya se sabe cómo se equivoca uno cuando anda cabeceando. Todo resuelto... Sólo me quedó una curiosidad: ¿se habrá mudado algún tarahumara en nuestro vecindario?

7 comentarios:

Con tinta violeta dijo...

Bueno, los hombres no nos diferenciamos tanto de los sueños, todos andamos de paso...
Lo del taraumara, no me extrañaría nada...en NY hay de todo según creo...ja,ja. Suerte estar en una ciudad tan cosmopolita.
Abrazos!!!

Yuan dijo...

Paloma:
Así es: todos somos turistas y andamos de paso. En NY he visto de todo. Sus calles, sus barrios, sus trenes y sus parques son mi actual escuela de aprendizaje. Ahí me dedico a cazar cuentos.
Abrazo en este domingo de Año Nuevo chino!

cinthya rios dijo...

jejeje
buen cuento,lo bueno es que no soñó algo más comprometedor,imaginate que así fuera en la realidad,soñar lo que le toca soñar a nuestra pareja o a nuestra familia,sería un poco loco ¿no crees? :)
salu2

Yuan dijo...

Cinthya:
A lo peor sería desastroso, a lo mejor sería divertido.
Abrazo.

Yo soy Escribidor dijo...

Antes, cuando era niño, temía ir a dormir porque tenía que soñar. Hoy,ya más grande temo soñar porque termino durmiendo.

Yuan dijo...

Deivi:
Buenísimo!
Antes, cuando era niño, gustaba de dormir porque soñaba. Ahora gusto de soñar porque vivo.
Saludos!

Yo soy Escribidor dijo...

Así está mejor. Saludes-