domingo, 20 de febrero de 2011

Histeria

Se despertó sobresaltada de su siesta. De casta neurótica, era imposible no volverse histérica oyendo tantos disparos en la calle. «¡Ha estallado la guerra! ¡Y me han dejado sola!». Detonaciones por todas partes: la ciudad envuelta en tumulto total.
Telefonea a Jorge, pero el ruido exterior no le permite distinguir nada del otro lado del auricular. Las explosiones son cada vez más cercanas y fuertes, y su miedo se convierte en terror. Ni se atreve a acercarse a la ventana… ¿Para qué arriesgarse?
Sus manos tiemblan, las lágrimas ruedan, su corazón se descontrola en una mente nublada.
Al fin se asoma una idea: se conecta al noticiario. «¡Hoy se inaugura el carnaval!». Entiende la confusión. Se sienta a reír y llorar. Se calma. Afuera siguen las explosiones. Carnaval.
Decide salir a «botar el golpe». Cuando abre la puerta, alguien le roza el pantalón llamando su atención. Volteándose, se encuentra con un revólver apuntándole a la cara. «¡Bang! ¡Estás muerta!», dijo su vecinito de cuatro años, disfrazado de cowboy, con la fatal «pistolita» que encontró por ahí.

8 comentarios:

Con tinta violeta dijo...

Uf, hay días al parecer que una no gana para disgustos y sobresaltos...¡vaya con el vecinito...ja,ja
Imagino que todo viene motivado por el próximo carnaval, que imagino que en NY está hecho a la medida de la ciudad ¿no?...
¡Que sobreviváis!
Besos

Jenniffer González dijo...

orale, por casualidad di click y encontre este blog. Me encantan los cuentos y este no es la escepción. Me cautivaron, si tu eres el autor, eres bueno. Ja, yo también soy una paranoica, me asuste una vez que sono mi celular ja a veces solemos estar tan desconectados del mundo que nos parecen tan lejanos los hechos que pasan

Yuan dijo...

Hola Jenni:
Gracias por ese clic que te permitió visitar esta esquina y hacer que mis cuentos comiencen a acompañarte.
También a veces sucede que estamos tan conectados con el mundo que no nos damos cuenta de nosotros mismos.
Saludos!

Yuan dijo...

Paloma:
Lo que no sé es si el vecinito llevaba una "pistolita" real o de juguete.
Es curioso que NY no tiene "ambiente" de carnaval. Quizás porque vive en un permanente "carnaval".
Sobreviviré.
Abrazo!

24fps dijo...

Me encantó éste cuento !
muy buen final..eres un buen escritor.
Te seguiré leyendo.

Yuan dijo...

Gracias!
También te leo. Saludos desde NY.

Marthika dijo...

Jenni me pasó este blog, he seguido intermitentemente, realmente me gusta este site, gracias por compartir!!

Yuan dijo...

Marthika:
Tu blog oxigena al mundo.
Gracias por pasar!
Saludos!