Los cronistas de sociales y espectáculos no dejaban de comentar sobre ellos. Cuando la marioneta hablaba, el titiritero no movía su boca; y cuando éste hablaba, la marioneta no movía su boca. Impresionante. Formaban la pareja perfecta: ambos unidos por finos hilos, nunca hablaban al mismo tiempo.
Una noche, algún enemigo cortó los hilos. Desde entonces no hubo más funciones.
La marioneta ya no habla; pero el titiritero tampoco. Por eso, al día de hoy, nadie sabe en realidad quién era el ventrílocuo de quién.
Título del próximo cuento: BLA BLA BLA
Se posteará: domingo 21 de diciembre
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